Reinos Entre Cenizas

Capitulo 4

 

Entre los calurosos desiertos, los grandes bosques muertos y caminos llenos de cenizas, se encuentras los volcanes. Y entre estos volcanes existe El Reino de Fuego o también conocido como “Höllenfeuer”. En este reino, lo más importante era ser un guerrero, poseía una gran fuerza militar, siendo los rangos tos con increíbles armaduras de obsidiana y armas forjadas con el mismo material del volcán, siendo casi indestructible y con un increíble poder.

Sin dejar de lado los reyes, que estos poseían las mejores armaduras y el mejor armamento en el reino, caminando entre el reino se lograría ver como los chicos batallaban, jóvenes desde 5 a 17 años, también se lograba observar puestos para forjar armas, crearlas. En este reino sería un reino de guerreros. Y entre tantos de los puestos de forja se encuentra una chica forjando una nueva espada, haciéndola arder con su manejo del fuego. Estatura media, morena, cabello corto con rulos y cuerpo formado, ejercitado. Unos ojos oscuros con sus iris rojos.

-Hey Minerva, ¿Estas ocupada? – Comento un chico entrando por la puerta con una espada en la espalda.

- ¿Qué quieres Herman? Sé que me buscas cuando solo quieres algo. – Comento la chica, pasando a mirarlo, dejando la espada para que se seque.

El chico solo rio y dejo la espada a un lado, el chico era del mismo tono y tamaño que ella, pero con cabello lacio y largo. – Si quiero algo, quiero batallar contigo, dicen que no has perdido ni una batalla desde que entraste a ello. –

La chica lo miro directamente a los ojos, como si quisiera arrancarle el alma solo con la mirada, luego sonrió y asintió. – En el batallón del reino, te veo ahí en unos 15 minutos. – Dijo para luego pasarle la mano y ser estrechada.

Mientras que, en el castillo del reino, la reina, el rey y el príncipe estarían teniendo una tranquila comida, hasta que el silencio fue quebrantando al abrir la puerta fuertemente, era el mensajero del rey.

-Su majestad, tengo noticias, malas. – Dijo el mensajero con preocupación.

El rey solo suspiro, levantándose del asiento y en silencio ir con el mensajero, saliendo del comedor y cerrando las puertas.

- ¿Qué es tan importante para dejar mi comida y atenderte? – Dijo el rey con un desagrado.

-Regreso uno de nuestros soldados del patrullaje fuera del reino, un comerciante de los nuestros había llegado y les comento que mientras venia de regreso, observo a un chico del reino de agua fuera de este, parecía tener pergaminos relacionado con L.O.R.E. – Dijo el mensajero nerviosamente.

El rey aun con su desagrado, cambio su expresión totalmente a una de preocupación. Este regreso al comedor para ir con su esposa e hijo, dándole a cada uno un beso en la frente y regresar con el mensajero.

-Quiero al mejor guerrero, que sea de preferencia joven, hay que encargarse de eso. –

En el batallón se estaban preparando los dos contrincantes para entrar en batalla, habían reunido a una multitud de espectadores para la batalla. Un hombre se colocó en el centro del batallón, alzando su brazo avisando de que la batalla empezaría. 3, 2, 1. Empezó la batalla, bajando el brazo.

Herman fue el primero en dar el paso para acercarse a Minerva, esta aun mantendría su posición con los ojos en él. Herman fue acercándose cada vez más a la chica y de su mano le dispara a ella. La chica se cubre con el escudo, aprovechando la situación de que se protegía no tendría visión sobre él, Herman fue rápidamente hacia ella. Cuando impacto el proyectil de fuego en el escudo, Minerva toma su espada y da un golpe en diagonal, haciendo un contrataque sobre la espada de Herman. Este con la guardia baja, no sostuvo con suficiente fuerza la espalda, saliendo expulsada de su mano con el golpe de la chica. Ella tomo la ventaja de que su contrincante no tendría arma con cual atacar y empezó a dar golpes rápidos, precisos y sin tanta fuerza. Herman solo esquivaría y se cubriría de los golpes de Minerva, caminando lentamente hacia atrás para recuperar su espada, al estar lo suficientemente cerca de esta, Herman se lanzaría contra su arma para poder agarrarla, en reacción la chica lanza su escudo contra él, Herman se cubriría de su lanzamiento, chocando ambos escudos y lanzando ambos fuera del alcance de uno de los dos. El chico rápidamente volvió a reacción y se acercaría a su espada arrastrándose, pero Minerva se la abría alejado aún más disparando un proyectil de fuego de su mano a su espada. Herman sin lugar a donde ir, mira la chica que tendría posicionada su espada en el cuello y emanando en su expresión, un aire de victoria.

Todo mundo grita y aplaude por la victoria, la chica guarda su espada y tome de la mano a su amigo, dándole unas palmadas en la espalda para luego reír y alzar sus manos demostrando quien fue la ganadora.



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Editado: 22.06.2020

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