Relámpagos en la niebla

Capítulo 9: El Juramento de los Amantes

El viento soplaba con fuerza esa noche, arrastrando las hojas secas del bosque de Noctharis y sumiéndolo todo en una atmósfera aún más sombría. Eryndra se encontraba sola en el borde de la gran torre de su castillo, mirando hacia el horizonte, donde las nubes se formaban de manera ominosa, presagiando que la tormenta no solo vendría desde el cielo, sino también desde la tierra. La guerra estaba a punto de escalar, y el destino de ambos reinos pendía de un hilo, pero lo que más le preocupaba no era la guerra, sino lo que había descubierto en su corazón.

Lo que sentía por Kael ya no era algo que pudiera ignorar. No solo era un amor imposible, sino también un amor que ponía en juego todo lo que ella había conocido, su familia, su linaje, el reino entero. Su poder, la electricidad que corría por su cuerpo, la mantenía viva, pero también la había hecho sentir como si estuviera aislada de los demás, siempre atrapada en una tormenta interna que no podía calmar.

A lo lejos, las puertas del castillo se abrieron y, con pasos cautelosos, un caballo alado negro surcó la oscuridad. Era Umbra, su compañero leal, pero no era él quien había llegado, sino Kael, montado sobre su propio corcel. Su figura emergió de la niebla como un espectro, desafiante y solitario.

Eryndra sintió el corazón acelerarse al ver cómo se acercaba. No importaba cuán distantes estuvieran sus mundos, él siempre parecía encontrarla, y ella a él. Era como si el destino hubiera tejido sus hilos enredados, desafiando la lógica de todo lo que conocían. Y ahora, por primera vez, Eryndra no temía a lo que vendría. En su pecho solo latía la certeza de que debía hacerle frente, a pesar de todo lo que su reino representaba para ella.

Kael desmontó de su caballo y se acercó a ella con pasos firmes. No dijo nada al principio, solo la observó con sus ojos oscuros que brillaban bajo la luz de la luna. Sin embargo, había algo diferente en su mirada esta vez. Algo que no podía ocultar.

"Eryndra," dijo él finalmente, su voz grave y cálida al mismo tiempo. "He estado pensando en esto durante días, tal vez más que en todo lo que he hecho en mi vida."

Ella lo miró, su rostro grave, pero su corazón palpitante. No necesitaba palabras para entender lo que él estaba diciendo. Había algo en el aire, algo en la tensión de su cuerpo, que le decía todo lo que necesitaba saber.

"Lo sé," respondió ella, su voz tan suave como el viento que acariciaba sus mejillas. "Yo también. No sé cómo llegamos hasta aquí, pero ya no puedo ignorarlo, Kael. No puedo seguir negando lo que siento. Ni por mi reino, ni por mi deber. Lo que siento por ti es más grande que eso."

Kael la miró fijamente, como si le costara creer lo que estaba escuchando. La guerra entre sus reinos había marcado sus destinos de maneras que ambos deseaban evitar, pero ya no podían seguir viviendo con la mentira de que su amor era una simple ilusión.

"Y yo..." comenzó Kael, su voz llena de una angustia apenas contenida. "No sé qué hacer. Cada vez que te miro, siento que soy un hombre dividido entre dos mundos, dos lealtades que no puedo abandonar."

Eryndra dio un paso hacia él, acortando la distancia entre sus cuerpos. Sus manos temblaban, pero lo que sentía en su interior era claro y seguro: su amor por Kael no era una debilidad. Era su fuerza. Y no iba a dejar que nada ni nadie la separara de él.

"No hay dos mundos, Kael," dijo ella, su voz tan firme como su voluntad. "Solo uno. El que decidamos crear juntos. No importa lo que venga, lo enfrentaremos."

Kael la observó en silencio, como si evaluara sus palabras, como si estuviera sopesando el peso de cada una. La tormenta que había rondado por su mente en las últimas semanas comenzaba a amainar, y una verdad brutal y absoluta comenzaba a despejarse en su corazón. Estaba dispuesto a arriesgarlo todo por ella.

"Lo que dijiste," comenzó Kael, un brillo en sus ojos al decir las palabras. "Es lo que yo quiero. Pero el riesgo... ¿estás segura de lo que esto significa, Eryndra? Si nos unimos, si dejamos que esto crezca... No habrá vuelta atrás. No solo para nosotros, sino para nuestros reinos."

Eryndra sonrió con una suavidad que sorprendió incluso a ella misma. "Ya no me importa lo que pase. No me importa el futuro, ni el reino, ni la guerra. Porque lo que me importa eres tú. Y si eso significa perder todo lo que conocemos... entonces que así sea."

Las palabras de Eryndra fueron un eco profundo en Kael. En sus ojos, el amor había reemplazado la duda, pero también lo había invadido una nueva resolución. No podía retroceder, no podía seguir luchando contra lo que sentía. Se acercó a ella con paso decidido, su rostro apenas iluminado por la luna que se alzaba sobre ellos.

"Eryndra..." murmuró él, y en ese momento, la gravedad de la situación se hizo más palpable que nunca. "Entonces estamos juntos en esto. Sin importar las consecuencias."

Eryndra asintió, su rostro tan serio como su alma. Y sin más palabras, sin más barreras entre ellos, sus labios se encontraron en un beso profundo y lleno de promesas. Un beso que sellaba su destino, que unía sus corazones con la furia de una tormenta imparable. El sabor de su piel era el de la determinación, el de la rendición, y por primera vez en mucho tiempo, Eryndra se sintió verdaderamente libre.

Kael, que había luchado durante tanto tiempo contra su deseo, contra la corriente que lo arrastraba hacia ella, ahora cedía por completo. Sentía cómo sus miedos se disolvían en la intensidad de su contacto, cómo la electricidad de su poder se mezclaba con la suya, creando una chispa que amenazaba con incendiar todo a su alrededor. Pero lo que más lo sorprendió fue cómo Eryndra no retrocedió. Ella estaba con él, plenamente, sin miedo, sin reservas.

Sin embargo, tras unos largos segundos, Kael se apartó de ella ligeramente, su respiración entrecortada, como si hubiera corrido una milla. Miró a Eryndra con una intensidad palpable, como si estuviera a punto de decir algo, pero las palabras se ahogaron en su garganta. ¿Qué más podía decir después de todo lo que había sucedido entre ellos?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.