"El visitante"

La muerte se sentó al lado de una muchacha hermosa de cabellos negros como el azabache.

Miro su dedo índice huesudo. Lo observo por unos instantes y lo colocó en la cien de la persona, que solo miraba fijo sin pestañar, porque sus lágrimas se lo prohibían.

A unos sentimientos de ella, el visitante "la muerte" con su dedo índice dejo fluir los últimos recuerdos de la persona fallecida.

La muchacha cerró sus ojos al instante y en ella aparecieron esos recuerdos guardados por el visitante:

Los primeros pasos...

Los primeros golpes al caminar y su padre acurrucándola diciendo "no sucede nada, continua "

El acto del colegio...

El primer cuento...las risas robadas...las lágrimas borradas por numerosos besos...

Los momentos compartidos a medida que fue creciendo...

Los concejos... su padre mirando su rostro y saber el orgullo que reflejaban sus ojos...

Su sonrisa...

La muchacha en estado catatónico, aferró fuerte su pecho.

La muerte le susurró al oído sin tocarla:

"La muerte no duele...duelen los recuerdos del ayer...duele no volver a sentir a la persona físicamente... duelen las últimas palabras que siempre faltan decir... duele el ultimo te amo. Pero todos esos sentimientos están entre tú y el, como el mejor secreto guardado...en tu corazón. Porque él no te abandono. Solamente mueren las personas que son olvidadas.

Yo solo me lleve su cuerpo terrenal, tú te quedaste con los momentos vividos...con el amor de un padre a una hija...obtuviste lo mejor que una persona puede tener.

Por qué el siempre vivirá en tu corazón y tu alma...recuerda eternamente estas palabras... acuérdate antes de llorar como te amo y el amor jamás muere, porque tu padre vive en ti"

El visitante se marchó satisfecho, abandonando a la muchacha con una sonrisa en sus labios.