Los miedos se esfumaron cuando sentí su calor a mi alrededor, un abrazo que componía mi alma y mi corazón, y con el cual podía sentir resplandecer el amor que sentía por él.
Un abrazo que alejó el dolor que sentía mi corazón, que me unía más a él en todos los sentidos, mi cuerpo y mi alma.
Un abrazo que nunca olvidaré y que marcó el inicio de una relación más fuerte, de una vida a su lado.