Al oír sonidos extraños provenientes de la cocina Emily se despertó bruscamente de su cama. Creyendo que eran ladrones que entraban en la casa tomó su linterna y muy despacito comenzó abrir la puerta de su habitación. Asomo lentamente su rostro y miró entre la puerta a medio abrir pero no logró ver a nadie solo el pasillo oscuro.
Sin embargo comenzó a sentir un aire frío en toda la habitación que la hizo estremecer, corrió al cuarto de sus padres, pero ellos dormían profundamente. Por un momento Emily quedó paralizada al sentir una presencia moverse detrás de ella, cuando se dio vuelta pudo observar una silueta de apariencia fantasmagórica que se desplazaba hacia su cuarto.
Inmediatamente de un salto terminó en la cama de sus padres quedando en medio de los dos, tapada hasta la cabeza. Su padre se despertó y ella le contó lo que vio. Como no le creía pensó que Emily sólo había tenido una pesadilla, ya que la noche anterior se habían quedado a dormir dos amigas y su padre sabía que le gustaba reunirse a contar historias de terror y asustarse entre ellas. Sin embargo, lo que el padre de Emily no sabía era que ella decía la verdad.
—Em, ven vamos a tu cuarto y veraz que no hay nada de qué temer—
Su madre dormía y el padre la acompañó a su habitación. Encendió la luz, miró debajo de la cama, revisó el armario mostrando a la niña que no había nadie.
—Duérmete que mañana tienes clases—Dicho esto el padre regresó a su cuarto.
Mientras que Emily trataba de dormir pero estaba muerta de miedo. De repente un grito aterrador proveniente del cuarto de sus padres nuevamente la hizo saltar de su cama. No podía dejar de temblar mientras se dirigía al cuarto pero para su sorpresa sus padres habían desaparecido, ella comenzó a llorar y a llamarlos desesperadamente. Pero ellos habían desaparecido misteriosamente Emily estaba convencida que esa presencia que había visto se los llevó.
La policía estaba en casa de Emily, mientras la interrogaban sobre lo que sucedió esa noche. Llevaron a la niña a un centro psiquiátrico informándoles a los médicos que presentaba brotes psicóticos. Cuando despertó en aquel lugar sostenía que algo había debajo de la cama que no le permitía dormir en las noches, por lo tanto tuvieron que darles tranquilizantes, pero una noche ella fingió ingerirlo. Tomó coraje y entonces lentamente se inclinó sobre la cama para intentar descubrir lo que se ocultaba debajo y soltó un grito de espanto.
Vio a sus padres atados de pies y manos mirándola fijamente a los ojos como suplicando su ayuda. En ese momento llegaron los enfermeros y ella le pedía a gritos que se fijarán debajo de la cama pero cuando estos miraron no había nadie. Emily cada vez estaba más convencida de que estaba enloqueciendo.
Aquella noche sólo había quedado un guardia a cargo para vigilar a Emily, algo lo distrajo y ella pudo al fin escapar de aquel horrible lugar. Camino sin detenerse un solo instante hasta llegar a su casa y dentro se encontró nuevamente con sus padres pero no estaban solos detrás, de ellos dos había una figura siniestra.
—Si quieres que los libere tendrás que venir conmigo de lo contrario, no volverás a verlos— Dijo aquel ser demoníaco que de tan solo escucharlo daba escalofríos por su voz ronca y espeluznante.
Emily no tuvo más opción que aceptar e inmediatamente fue arrastrada hacia el ático mientras gritaba y suplicaba ayuda. Sus padres subieron al ático para tratar de ayudar a Emily pero cuando ambos llegaron aquella figura fantasmal se había llevado a Emily para siempre.
—Y... fin — ¡dijo Bob!
— Tu historia no asusta Bob, vamos mejor regresemos a la fiesta aquí afuera en en medio del bosque empiezo a tener un poco de frío.
Bob y Kate organizaron una fiesta de Halloween y Bob creyó que la leyenda de Emily aportaría un poco de miedo, pero al parecer Kate no se movilizó en lo más mínimo (o por lo menos fingió muy bien). En medio de la fiesta todos se burlaron de Bob ya que decían que su historia no había asustado ni siquiera a un niño. Bob se sintió enfadado por las burlas y se le ocurrió comenzar a gritar el nombre de Emily como un loco para que apareciera en la fiesta. Mientras todos reían, la luz se apagó quedando todos a oscuras la mayoría de las personas comenzaron a gritar y en la oscuridad se oyó una voz decir.
—Soy Emily y vengo a matarlos a todos— La voz que se oía en medio de la oscuridad era como si estuviera poseída.
Cuando las luces se encendieron nuevamente sólo Bob estaba allí parado perplejo ante lo que estaba sucediendo. Absolutamente todos habían desaparecido sin dejar rastros. Emily se cobró la vida de todos los presentes en la fiesta incluyendo a Kate. Bob permaneció en estado de shock por varios días preguntándose porque él seguía vivo y los demás no. Su respuesta vino a su mente rápidamente... solo él creyó en Emily.