Relatos cortos de un cuervo colorido.

Un colegio lleno de secretos.

El colegio es un lugar obviamente lleno de estudiantes, sin embargo, este es muy particular, ya que tiene la mala fama de hacer que los estudiantes actúen de manera opuesta a lo que normalmente hacen en sus casas. Hasta el más conservador empezaba a gritar a todo pulmón por la libertad que le daba este instituto.

Nadie sabe cómo es el director, nunca vieron su rostro, solo escuchan su voz por los parlantes que decoran cada pasillo.

Cuenta la leyenda que, en este instituto, los estudiantes pueden expresar todo lo que no pueden en sus casas. Muchos alumnos te dirán que odian ir al colegio, mas sin embargo, los que pertenecen a la institución Crazwaild te dirán lo contrario, después de todo, es el único lugar en donde los estudiantes son ellos mismos y no tienen que aparentar nada.

―¿Alguien sabe dónde está Marco? ―preguntó una de sus compañeras.

―Reprobó la materia de Matemáticas ―respondió María―, porque es un flojo que le hace creer a sus padres que es un buen chico, debe estar sobornando a la profesora para que le pase la materia.

―O dándole el culo, sabes que Marco hace de todo con tal que se la pasen ―comentó Antoni comiendo un sándwich.

―No me sorprende ya ―murmuró―. ¿Y cómo está tu novia, María?

―Muy bien, los imbéciles de mis padres siguen pensando que es una amiga ―se burló―. A veces los odio por obligarme a ir a misa y a querer adoptar sus creencias, pero como soy tan buena hija, pretendo ser muy devota a su religión. Ellos piensan que llegaré virgen al matrimonio.

Antoni empezó a reírse.

―Tu hermana menor ni siquiera lo es.

―Eso es lo que ellos no saben.

María fuera del instituto es la hija ejemplar de una familia católica conservadora, donde sus costumbres son muy a la antigua, es más, sus padres planeaban que si su hija cuando se gradúe, la comprometan con un chico de otra familia católica y se dedique al hogar; pero, por otro lado, María en Crazwaild se siente libre de su presión familiar por esconder su orientación sexual por miedo a que su familia la rechace o ellos la condenen al infierno.

―Tatiana debe estar cambiándose de ropa ―dijo Antoni al terminar su sándwich.

Los estudiantes ingresan con el uniforme estipulado de Crazwaild, en cambio, si querían, podían ponerse la ropa que más les gusta, en el caso de Tatiana, los shorts cortos que su abuela odia que ella se ponga.

―Hablando de ella, aquí viene.

Dicho y hecho, Tatiana poseía sus shorts cortos y su camisa que muestra el ombligo.

―Mucho mejor ―dijo ella―. Odio las faldas largas y los pantalones holgados que me obliga a vestir mi abuela, solo falta que quiera ponerme un velo para ocultar mi rostro hasta el matrimonio.

―Entiendo eso ―le dijo Lucy―. ¿A caso no saben que ya no estamos en la época donde se intercambiaba una mujer por una vaca?

―Si tu abuela te ve, se horrorizaría y te llamaría cualquiera.

―¿Yo? ¿Acaso una cualquiera haría esto? ―Miró a un chico en el pasillo, el cual todo el mundo conoce por ser un bromista, Tatiana lo frenó, sacó billetes y le arrojó dos―. Báilame, perra.

Como se esperaba, el chico empezó a bailar y a quitarse la camisa cuando Tatiana arrojó más dinero.

―No esperaba menos de ti, Tatiana.

Crazwaild es un lugar de libertad, donde el más alegre de la familia puede expresar su depresión, donde el tímido puede socializar, donde la persona reprimida se libera de sus ataduras por lo menos una vez, donde una persona abusada confiesa a todo pulmón lo que ocurre en su casa.

El director sonrió al ver que su experimento pareció funcionar, sus estudiantes se sentían cómodos en sus instalaciones, podían ser ellos mismos sin aparentar nada.

―Señor director, ¿por qué creó un instituto en donde los estudiantes hacen lo que se le da la gana?

―Mi institución posee reglas, las más típicas: no pueden escuchar música en medio de una clase, ni comer algo. ¿Nunca has escuchado la frase que dicen muchos directores y profesores de otras instituciones?

―¿Cuál?

Esta es su segunda casa. Hay muchos chicos que no se sienten a gusto con su casa, que tienen muchas cosas guardadas que no puede expresarlo allí, por algo los padres niegan todo lo malo que hace su hijo, porque nunca los vio de esa manera en su hogar. Reprimen tanto sus gustos verdaderos que se desquita con todo. ¿Has tenido problemas con tus clases?

―No, solo preguntaba por curiosidad.

―Qué bueno.

“Lo que pasa en Crazwaild, nunca sale de ahí”, ese es el lema de los alumnos.



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En el texto hay: humor, de todo, lgbt

Editado: 27.02.2021

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