relatos cortos para chicos aburridos

Cupido es un bailarín

Situación -8:

- Una chica torpe.

- Un chico distraído.

- Un camino lleno de obstáculos.

Resultado:

¡A bailar, ole!

- A ver... -miraba por tercera vez mi alrededor, buscando una tienda en específico.

No hace falta decir que había pasado buscando un par de horas el lugar, era aburrido ir de compras solo, más en una avenida concurrida, no sé cómo las chicas les fascina hacer esto.

Cuando ya estaba por dar una quinta vuelta veo que una chica se acerca a toda velocidad, no me di cuenta hasta que tropezó con sus propios pies, cayendo sobre mí, la suerte que tuve al caer sentado sobre una banca con ella encima, aunque era poco común que me cayeran chicas del cielo, o al menos que tropezaran conmigo.

- L-lo lamento... - tartamudeo nerviosa mientras se incorporaba y volvió a correr.

- ¿Esta... bien...? – alargue mis palabras al verla partir.

Seguí mi camino con normalidad, aunque paso algo similar, la misma chica tropezó, esta vez de lado sobre mis brazos, seré distraído, pero no descuidado; se que las primeras veces son aceptables, pero llega un punto que ya es irritable ver y tropezar con una persona más de diez veces, ¿o fueron más?, no lo sé, apenas si me dedique a contarlas.

- Si veo a esa chica otra vez... - pensaba mientras entraba a la tienda que buscaba.

Y la volví a ver, estaba saliendo de la tienda, sonriendo, debía admitir que era linda cuando no era TAN torpe; La seguí con la mirada hasta perderla completamente de mi panorama, ya dentro de la tienda di unas vueltas más hasta donde se suponía que estaba lo que buscaba.

- Señor, aquel producto.- me dirigí a uno de los encargados que pasaba.

- Se agotaron, el último se lo llevo una joven. – y sentí mi mundo derrumbar bajo mis pies.

Yo y mi distraída mente, si hubiera llegado antes quizás ahora tendría uno entre mis manos...

Con decepción comencé a caminar hacia la salida de la tienda, como era de predecir me la encontré, caminaba con lentitud hacia mi dirección.

- Ahora no... - suspire con pesadez bajando la cabeza.

- Aaron, hola.- la mire sorprendido ¿Cuándo le dije mi nombre?

- ¿Qué? – ella se detuvo frente a mi sonriendo.

- Ten.- me extendió una bolsa, no sabía si tomarla o no, pero lo hice.

Cuando le iba a dar las gracias un repentino beso en la mejilla me dejo marcando ocupado, solo reaccione cuando le oí reír y caminar dando una vuelta por sus propios pasos, en eso no me quedo otra que ver el contenido de la bolsa.

Era lo que buscaba, junto a mi billetera y una nota.

"Lamento tropezarme contigo toda la tarde,

No fue mi intención hacerlo,

Es solo que soy muy torpe.

P.D.: Gracias por atraparme todo la tarde.

P.D2: Eres muy distraído, ni te diste cuenta que se te había caído la billetera."

Amanda~

Creo que ahora tengo una amiga, y ni cuenta me había dado de ella, solo espero volverla a ver.

Claro que la volvería a ver, ella había dejado su número tras aquella nota, pero era de esperarse que él no lo hubiera notado.

 

 

Hola mis chiquitines, solo queria dar aviso que este es el ultimo relato con la denominación (-), a partir de la siguiente publicacion comenzaré a subir historias de mi yo mas actual, aunque dependera de ustedes contarme si ven algun cambio en mi escritura o no, yo creo que si.

Espero que hayan disfrutado de este pequeño pedazo de mis recuerdos y que las siguientes historias las disfruten tanto como yo al escribirlas.




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