En el anterior escrito de relatos de amor que cambian vidas hablamos de la muerte y siendo un episodio de nuestra vida donde hay lamento y tristeza puesto que todos amamos y cuando alguien cercano deja esta vida nos apesadumbramos, nos entristecemos porque se aleja y no volverá más, ciertamente se entristece el alma, y es en exceso cuando las circunstancias en que se pudieron dar, dicha muerte, hayan sido perceptiblemente muy conmovedoras.
Muchos como yo pensamos que debemos tener una muerte digna; pero qué pasaría si no llega a ser así, un versículo en apocalipsis realmente abrumador es el siguiente.
Apocalipsis 11, 7 – 12
Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará. Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados. Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra. Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.
La verdad que nadie quisiera una muerte así, pero lo que viene después es de lo más alentador, pues tras tres días y medio sin ser sepultados Dios envía un espíritu de vida y los resucita para luego llevárselos al cielo.
Una muerte es trágica cuando se pierde esperanzas que Dios tiene poder para llevarnos a su reino celestial, así que la confianza puesta en Dios es más grande que los temores que infunde este mundo.
Incluso se llega a pensar que la muerte es trágica. Pero si tuviéramos realmente fe en Dios deberíamos encontrar un estímulo para superar, tras las penosas dificultades a la que nos sometemos día a día, esa barrera que piensa imponernos la muerte.
Quien no se ha topado con un suceso fatídico lamentable de cerca o también de lejos, pero que nos ha trastocado en cuerpo, mente y alma, quizás alguien haya vivido un episodio donde estuvo cerca de perder la vida y esto que puede pasar uno, lo han pasado muchas personas, sabemos que algunos estuvieron en circunstancias así y hoy ya descansan porque perecieron al no lograr salir con vida.
Aunque el texto anterior trató de ser esclarecedor este último estoy seguro que reafirma el concepto que se dio de la muerte; se logrará esclarecer mucho más acerca de esta parte de nuestra vida y como se debe afrontar, para no caer en el desánimo o en la desesperación.
Acompáñenme en el último relato del año de la serie relatos de amor que cambian vidas; es la última lectura del año –Diciembre– «el momento de nuestra liberación».
Dios nos ha hecho una promesa es que todo aquel que no esté inscrito en el libro de la vida será llevado al lago de fuego; es un texto bíblico muy fuerte, para quienes piensan no estarlo, pero entonces quién no está inscrito en dicho libro.
Veamos entonces que es lo que menciona las escrituras.
Lucas 21, 28
Cuando todo esto comience a suceder, cobrad aliento y levantad la cabeza, porque vuestra liberación ya está cerca.
Este texto se refiere cuando vemos que las señales descritas unos versículos antes.
Lucas 21, 25
Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas.
Pareciese contradictorio, pero no lo es, todos conocemos la oración que nos enseñó Jesús, sí, el Padre nuestro, en la tercera oración indica «venga a nosotros tu reino» entendemos que aquí y ahora estamos bajo el reino de hombres que gobiernan con prepotencia y haciendo alarde de su autoridad (Mateo 20, 25), pero en todo si nos conducimos bajo obediencia a Dios, ningún mal sobre nosotros prevalecerá (Mateo 16, 18) entonces cuando nos indica en el primer pasaje «vuestra liberación ya está cerca», es que el reino de Dios se impondrá a todos, no solo nosotros sino que se instaurará en el mundo entero.
Entonces es claro que no tenemos motivos para acongojarnos ni entristecernos.
Mateo 24, 6
Y cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os alarméis; es necesario que todo esto suceda, pero todavía no es el fin.
Está muy claro en estos dos textos el mensaje clave es no nos alarmemos, no decaigamos, todo lo contrario, acordaos de las palabras que nos está diciendo Jesús, erguíos y levantad la cabeza. Quienes no entiendan su mensaje seguramente se sentirán abatidos, porque oyendo no escuchan y mirando no ven (Mateo 13, 13) ¿Quiénes son aquellos que no pueden entender este mensaje?
Apocalipsis 9, 6
En aquellos días los hombres buscarán la muerte y no la hallarán; y ansiarán morir, y la muerte huirá de ellos.
En este contexto la muerte trae fin al sufrimiento, pero hasta la muerte huirá de ellos y ellos son quienes ponen su confianza en otros hombres y no en Dios, ponen su confianza en las riquezas y no en Dios, quienes hacen el mal, los fornicarios, adúlteros, los hechiceros, los idólatras, son aquellos que no reconocen al hijo Dios, lo que mucho nos habló Jesús.