Hace dos años atrás conocí a un chico a través de una de mi redes sociales favoritas, charlamos por unos cuantos meses, hasta que decidimos conocernos, era morocho, quizás de mi altura, muy simpático, con una sonrisa muy linda, pero eso no me importo porque no me llamo la atención, no me importo caerle bien, ni siquiera me importo que él me caiga bien a mí, pasaron los meses, dejamos de hablar, hasta un día que quien sabe porque motivo, volvimos a hablar, y el interés que tenía por él había cambiado, había de mi parte interés por saber de la vida de él, como creo que el de la mía, fueron meses de charlas hasta la madrugada, charlado de cualquier cosa, de su pasado, de su familia, de la mía, de que queríamos estudiar, trabajar y otra cosas, tiempo después me puse de novia, de igual manera decidimos vernos otra vez, como amigos, sin intenciones de nada, nos vimos en un parque oscuro, cualquier persona pensaría, que nos estamos ocultando pero no, charlamos, nos conocimos más, no reímos a carcajadas, nos abrazamos, y de un momento al otro nos estábamos besando, besando desesperadamente como si hubiésemos esperado este momento por mucho tiempo, por mi mente pasaron muchas cosas, principalmente, mi novio, ¿y si se enterara? ¿Qué le digo?, ¿qué va a pasar después de esto?, Parecía que no nos queríamos separar más, hasta que simplemente nos quedamos observando al otro seguido de eso solo nos abrazamos, y fue ahí cuando me sentí segura, segura de mí, segura en sus brazos, no sé porque lo sentí con él, si tenía novio, y él era la segunda vez que nos veíamos en persona, esa noche, ese rato fue hermoso y mágico, pero tuve que volver a mi mundo, aunque las charlas, eran cada vez más lindas y amorosas, la charlas nunca desaparecieron y comenzaron a ser mejores, el tiempo pasaba, seguíamos viéndonos, saliendo, como amigos, hasta que la relación con mi novio termino, comencé a verlo más seguido, y muchas veces, nos besábamos, nos acariciábamos y nos sonreíamos como tontos seguíamos cada vez más unidos, la amistad que habíamos construido juntos cada vez se hacía más fuerte, y era cada más bella, nos convertimos en los mejores amigos, pero yo sabía que mis sentimientos pasaban a ser más que un sentimiento de amistad, me estaba enamorando, enamorando de mi mejor amigo, al cual le conté mi pasado, al cual me aconsejo para que me vaya bien en la relación, el cual me vio llorar por personas que no valen la pena, y muchas cosas más, la reacción que llevaba con él era extraña, y no ayudaba para que no siga creciendo el sentimiento hacia él, cada beso, cada mirada, cada sonrisa, su pelo, sus labios, sus manos, me enamoraba más, más y más, el tiempo pasaba y yo seguía sin decirle mis sentimientos pero aprovechando cada segundo que estaba a mi lado… no se en que momento paso, pero en una de las tantas charlas, comenzamos a calentarnos, a decirnos cosas extremadamente calientes, cosas que si cualquiera leía, le podría causar un orgasmos, comenzamos a mandar fotos, cada uno vio, al otro desnudo por fotografía completamente desnudo, y de un momento al otra también acordamos en tener un encuentro intimo en cuanto se nos dé, tenía miedo, hace mucho no tenía nada de eso, pero el confiaba en mi así como yo confiaba muchísimo en él, quería entregarme a él completamente, tenía muchas ganas, el día llego, fue en la casa de una amiga, nos fuimos a la habitación y en cuanto entramos en ella, nos comenzamos a devorar, lo empecé a tocar desde arriba hasta abajo, le saque el buzo mientras él me tocaba los senos, hasta que el me saco el buzo, nos sacamos los pantalones, para solo quedar de ropa interior, se acostó en la cama boca arriba, comencé a besarlo desde la mandíbula hasta los costado de su pene erecto, lo acaricie, en una de las tantas que subí y baje dando besos, me detuve en su cuello, comencé a besarlo, hasta que succioné y en su cuello apareció esa marca que da dolor, placer y que demuestra a la otra persona la excitación, el solo movía su mano desde la espalda hasta mi trasero, sin pensarlo baje hasta su pene y comencé a succionar, lo saque de mi boca le pase la lengua seductoramente, me la pase por la cara, mientras que el me agarraba del pelo fuerte, deje su pene en mi mano y subí hacia su boca, nos besamos para luego nos quitamos la ropa interior, y sin preámbulos, me senté encima de él, me moví lentamente, tome su pene en mi mano y lo puse cuidadosamente en la entrada de mi vagina, para luego sentarme, me senté en ella, me dolió pero no tarde en sentir el placer recorrer por mí, me movía suavemente, luego comencé más rápido, hasta que el me tomo suavemente de la cintura, me llevo contra su pecho, y comenzó a moverse el, el placer al sentir que la sacaba y la volvía a meter rápidamente, era inexplicable, en minutos, él estaba encima de mí, envolví mis piernas en su cintura, y nuevamente me penetro, me besaba tiernamente y cuando no, me miraba a los ojos sonriéndome. Sentí su liquido en mí, también sentí como mi liquido salía de mí. Se separó de mí, nos miramos, y quedamos abrazados por un largo tiempo en la cama, ninguno de los dos emitió ningún sonido, hasta que nos miramos, dándonos mutuamente la señal para levantarnos y vestirnos, como si nada hubiese pasado lo hicimos, hablando y riendo salimos de la habitación. Esa noche, hablando nuevamente, por el celular, sentí la necesidad de decirle mis sentimientos, y no me importaba lo que pasare, quería que el supiera todo, se lo conté, le conté que estaba enamorada de él, que me sentía segura con él, y me hacía bien tenerlo a mi lado, pero inmediatamente me arrepentí y la respuesta que recibí me rompió el corazón, mi mejor amigo me había roto el corazón en segundos, y horas más tarde de que me había entregado a él, pero agradezco su sinceridad, el me rechazo, él no quería arruinar la amistad ni lastimarme si la relación no funcionaba, pero ay si el supiera que él ya me lastimo con simplemente palabras.