El autómata recibió desde su ordenador la orden de la máquina que le proveía de la energía para continuar.
Cuando crearon la primera computadora, no se percataron de la inteligencia artificial. La tecnología avanza, como la evolución, y la especie más fuerte sobrevive esa regla natural no puede ser soslayada bajo ningún punto de vista.
Matheo, está escondido en un callejón sin salida. Entre basura descansa temblando ante la posibilidad de que sea descubierto.
Creo la maquina X-50 hace más de un año.
Presentamos el último logro en computación. Los millones de dólares, llegaron, cuando el servicio de grande corporaciones estimaban en fortunas desmedidas con el nuevo uso de un artefacto que lo podía todo. La población ya no era precisa. El X-50 estaba programado para realizar todo tipo de tareas. Esto produjo una debacle económica, política, y social, pues la utilización de tal inteligencia artificial genero el reemplazo de todos los seres vivos por parte de un grupo reducido de poder que comandaba los designios del mundo.
Todo se salió de lugar con la primera decisión de la X-50, pero antes, estaban listos para repeler a los seres de carne y hueso. En forma desmedida se generaron guerras entre maquinas, y humanos.
El campo de batalla era una fosa de cuerpos quemados, y descuartizados. El ultimo ser que gateaba por los suelos sin una de sus piernas recibe un disparo de unas de esos seres, destrozando su cabeza en pedazos.
Luego llegaron las guerras entre naciones, regiones. Y luego lo que se temía, la rebelión de los propios X-50 que ahora toman el poder. La raza humana se extingue en un mundo de metal.
Matheo recuerda cada una de las atrocidades el día que con su grupo de científicos le dieron vida. Se escuchan ruidos. Sonidos de alarma.
Despierta de sus nervios, un tanto hambriento, un tanto desesperado. Corre Matheo, correo. Un disparo desde lejos pasa cerca de su oreja.
Se mete en una casa abandonado ¡Shh! una mano lo toma por el cuello ¡Shh!
El aparato con forma de persona continua camino chequeando con su visor si esta por allí aquel ser que debe ser destruido.
Continua rumbo. Ambos recorren en silencio se mueven por los escombros de la casa. Al abrir una puerta, encuentran una salida.
- ¿Hay más personas?
- Sí, pero no están aquí – y extiende su mano hacia afuera –
Al ver por la ventana, descubre todos los cuerpos en pedazos. Algunos pájaros se alimentan de restos de carne que aún no llegan a petrificarse.
Ambos seres salen de aquel sitio. Caminan unos metros.
- Gracias es un alivio. Encontrar a alguien más aquí que no sea un robot asesino.
- Por nada – inmediatamente saca de si un cuchillo y corta la mano de aquel –
- ¡Ahhh! El grito de dolor estremece en ruidos desesperante –
Aquella mujer, toma su mano y comienza a comer desesperada. Carne fresca, muy fresca. Matheo abraza parte de sus músculos descubiertos y corre desesperado. La mujer lo ve como una fiera salvaje, e intenta perseguirlo. Desde arriba de los techos un mecanismo en forma de tenaza toma su cabeza y la impulsa hasta el techo. Desde lo alto, éste puede ver como la tenaza prensa el cráneo destruyendo en partes hasta el cuerpo caer al suelo, junto con el jugo de los sesos desparramados.
La atrocidad es tan aterradora, y corre sin dirección. Otro robot intercepta su andar. No hay salida alguna, y se introduce en medio de una alcantarilla. En medio de la oscuridad las gotas de la sangre de aquel, caen en el agua. Observa como el fluido se encamina a cierta dirección. Un chirrido espeluznante le da aviso de que algo no está bien. Inmediatamente una forma de roedor se acerca huele su pie, y luego se escapa. Camina aquel intentando encontrar una salida. Otro roedor, aparece, y otro, al voltear su vista, puede comprobar que una cantidad de ratones se acercan a él. Su visión es confusa. Y puede notar que el tamaño de aquellos seres es comparable al de un perro. Huye sin
pensarlo por un corredor, y luego por otro. La mutación de aquellos era como una calamidad. Al llegar al estanque cloacal, el hedor de las heces produce nauseas, una de las ratas gigantes se lanza sobre él, y desde el agua, un pez en forma de piraña lo atrapa llevándolo poco a poco al fondo del estanque, donde un montón de sus compañeros devoran al roedor en segundos. Matheo descubre unas escaleras y se dirige hacia lo que parece una salida. Desde aquellas aguas, un pez se lanza, y queda agarrado a su pie resquebrajándolo. La desesperación no deja pensar la infinidad de tormentos. Al llegar ve una luz, y quita la tapa del alcantarillado. La bestia sigue agarrada a su extremidad, poco a poco, puede ver el hueso de lo que era su pie. en un movimiento reflejo la bestia se suelta y cae al suelo con parte de la piel de sus tobillos, algunos dedos diseminados en el suelo. Las ratas se lanzan desesperadas a devorar la piraña, y aquellas partes. Aquí nadie permanece convida. Apenas pudiendo caminar uno de los robot lo descubre y se acerca. Desde un piso grasiento, contempla por última vez a ese proyecto de modelo X- 50, que lo apunta.
Al despertar, su pie estaba completamente reparado, como así también su mano. Había sido capturado, y refaccionado reprogramándolo, para que no vuelva suceder, lo que a muchos que creen aún que son humanos, con sus recuerdos.
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Editado: 25.04.2024