Ayúdame Harry

Harry quiso hacer de las suyas con su amigo Bill. Siempre guardo cierto rencor de venganza y un día jugó su carta de asesinato. Tenían un negocio fructífero, pero Bill, era el accionista mayoritario ¿Del por qué hicieron ambos un negocio a pesar del odio de Harry? Nadie lo sabrá, pero Harry en una primera apuesta planeó su asesinato. En un viaje a las montañas de ambos, se hizo de un artilugio tan precario. Lanzarlo desde un barranco en cuanto tomaba fotos. Listo hemos concluido. Harry recogió sus cosas, y regresó a su gran casa a las afueras de aquel sitio. Al llegar, descendió tranquilamente de su auto. Tenia programado todo ante la policía. Al abrir la puerta colocó su pertenencias. Notó que algo faltaba, y fue hasta donde había dejado su auto, y allí estaba Bill, asustado. Lleno de tierra y lastimaduras. Ayúdame Harry, que bueno que te encontré. Tuve un accidente. No te preocupes, y lo condujo hacía el interior de la casa. Allí le sirvió una bebida. Mientras éste se concentraba en ello, Harry se preguntaba cómo pudo sobrevivir. No lo dudó, y tomó un cuchillo. Y con destreza desde atrás lo clavó en su espalda. Bill cayó en la mesa agonizante. Harry, lo trasladó de allí,  hacia el galpón. Y luego regresó para limpiar la escena. En una notoria realidad Harry veía el reflejo de su cuchillo que limpiaba con un trapo. Después de unos minutos fue al galpón. Para su sorpresa el cuerpo no estaba ¡Que rayos! Harry, ayúdame.

Tuve un accidente. Harry se maldecía. Éste maldito. Tomó un hacha filosa ¿Qué haces Harry? Harry no titubeó. Y clavo en la cabeza de Bill con fuerza. Parte de los sesos se escapaban del interior de aquel socio. Harry, se dijo que había concluido. Enterró a Bill en la parte de atrás de aquel sitio sucio. Pasaron un par de días, y Harry tenia todo listo para regresar. En una última tarea, llevó unos elementos al sótano. No se percató en el apuro que la puerta de aquel no tenía picaporte. Al ingresar colocó los efectos. Y la puerta se cerró de forma automática quedando atrapado. Comenzó ante maldiciones a buscar la manera de salir. La puerta solo podía abrirse del otro lado. Percibió un extraño ruido del suelo de madera. Las tablillas se movían. Al dar la vuelta veía como se habría ¡Ayúdame Harry! He sufrido un accidente. Harry se estremeció al ver la deformidad de Bill ¡Ayúdame! Bill se acercó lentamente, y Harry intentó pedir ayuda, aunque fue inútil. Bill tenía una clara manera de ver las cosas y condenarlas, y no dudó en ir hacia su antiguo socio. Y pronto ambos terminaron pidiendo auxilio. Aunque nunca nadie llego por ellos