Relatos De Terror Y Misterio

La cueva

Es tan oscuro que apenas puedo ver mi respiración que se agota con cada pensamiento del pánico que me invade. Al principio era una gran aventura hasta que la luz se desvaneció en éste profundo infierno. Debo serenarme. Puede que haya una salida ¡No! No la hay ¡Dios! no la hay! De inmediato oigo rumores. Son voces ¿Hay alguien aquí? ¿Hay alguien? ¡Ayúdenme!. Ayúdenme e- e- e (eco incesante).

 

¿Nadie esta aquí? ¿Algo se mueve? Palpo la pared. Una viscosa baba es percibida por la yema de mis dedos. Eso me acaricia, y atrapa mi mano. ¡Ah! Siento la sangre. Parte de mí se ha desprendido. ¡Debo salir de aquí! Mi tenue luz alumbra lo peor. Es algo siniestro. Debo correr hacia donde sea. Tropiezo con un charco de agua estancada y  detrás de mí se aproxima ¿Mi casco?

Una voz me invade ("no hay salida", "no la hay"). El mareo y el oxigeno me abrazan. Me incorporo, y comienzo a correr. ¿Es eso lo que pienso?  Descubrí un camino, ¡si! Hay un brillo, debo ir allí. Ese brillo se hace más grande ¡Es la salida! Por fin soy libre. Estoy pasando al otro lado ¡Si lo estoy haciendo! Soy libre ¡Ah! el bello campo. El bello aroma. Jamás regresaré. Por fín he escapado. Ahora puedo recostarme. Si, recostarme, unos momentos ¿Qué es eso que se acerca? Mis ojos están en penumbras, y se acerca más ¡¡Auxilio!! Todo es tan oscuro.Tan oscuro.




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