Relatos De Terror Y Misterio

La dama de las esquinas.

La seducción de un cuerpo era tan sagaz y maquiavélica. La dama de las esquinas que pernoctaba con su anatomía atractiva de lujuria a cualquiera que diera la vuelta en las noches en que la niebla se confronta con la oscuridad. Vengan a mis garras, les propuso a unos ilusos que salían de sus casas por aventuras. En la primera sensación fue tomada de rehén y la llevaron  a un departamento en un octavo piso. Era una fiesta interesante cuando los hombres comenzaron a gozar su cuerpo. La penetración y el placer de los orgasmos sedientos no tardaron en transformar a la criatura en mujer al cortar el pene de uno de esos que lloraba pidiendo por favor la libertad. Intentaron escapar, pero no. Las telas sellaron todo el sitio, mientras se alimentaba de unas entrañas exquisitas del más fornido del grupo que era tan cobarde escondiéndose en su hombría. Vengan a mis garras y disfrutaba su cena quebrando los huesos de otro cuyas lágrimas se perdían en un lago de sangre, y pedazos de partes humanas. Hubo quien pudo escapar por una ventana abierta arrojándose desde las alturas, hasta partir su cabeza contra el asfalto del suelo. La luz de la ventana se iba apagando como los gritos de terror. Vecinos se acercaron a la escena del crimen. Varias muertes y lo que quedaba eran unas migajas diseminadas. No hay pruebas, ni culpables. Testigos aseguran datos inverosímiles.

- Ha sido la dama dicen sin creerle al don nadie; la madama de las esquinas. Se los come dijo ¡La he visto! En las noche donde nada se puede observar y ella te seduce ¡Créanme!

Son solo leyendas urbanas, y nada más.

Sin embargo ella aparece cuando la niebla oscurece las calles, y la muerte se viste de mujer.




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