Relatos De Terror Y Misterio

Las criaturas

 

- ¡Rema lo más rápido posible!!

- ¡las fuerzas me abandonan! No puedo sigue tú.

- Solo veo agua alrededor ¿Te encuentras bien?.

 

La respuesta fue un golpe por debajo del bote lanzando ambos cuerpos a las aguas. Las criaturas no tardaron en devorar a Stephen como si fueran pirañas hambrientas. Las partes de una anatomía carcomida se gestaban flotando en la superficie. Clarice huía a nado veloz sin observar atrás. Esa era la indicación que le habían dado. No mirar atrás. Algo arañó su pierna, sin embargo logró escapar, y en un esfuerzo ese adentró cerca de un manglar de un pantano cuya superficie erq fieme. Era un suelo seguro y su respiración retomaba las pulsaciones de la desesperación del peligro.

Se arrastró por el fango. Estaba a salvo. Al incorporarse comenzó a caminar por la floresta. El tiempo allí era eterno en el pánico.  Presintió unas miradas ajenas, aunque no eran las criaturas, eran otras monstruosidades, quizás más peligrosas. Su especie. El hambre era un derecho vital, y la lanza atravesó su pescuezo por parte de los caníbales. Hombres y mujeres que llegaron allí escapando de las bestias marinas, y jamás pudieron regresar. Así es como se gestó el calentamiento global según las noticias con la aparición desde las profundidades de una nueva forma de vida que domina al mundo, aislando a los humanos que luchan por sobrevivir en la miseria en un puñado de tierra.




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