Quizás todo podría haber terminado de una manera menos dolorosa, menos caótica o simplemente sin tanta mierda de parte y parte lanzada entre gritos y acusaciones indebidas.
Reconozco que olvidarte no será sencillo ni mucho menos algo rápido. Eres la única que tenía mi total confianza. En cuestión de segundos y unas cuantas palabras entre lágrimas y risas se desvaneció todo lo que teníamos juntes, ese pequeño mundo donde solo éramos une, esa historia y ese plan de futuro que ya no será a tu lado.
Pero sin duda alguna lo que más me constará reconocer es el dolor que se apodera de mi alma cada noche, al recordar tu olor o ver ese abrigo que te quedaba perfecto colgando en mi puerta.
El dolor de sentirte cerca aún estando lejos de mi.
Todo es un quizás que se queda en el vacío de como podrían haber sucedido las cosa; quizás miedos, quizás inseguridades, quizás la rutina o sin ir más lejos… quizás tu falta de interés por mi.