En una excursión a Egipto, observamos las pirámides, estaba fascinado por su historia. Todos parecían pasarla muy bien.
Al final del día, todos hicimos un pequeño campamento cerca de las pirámides para seguir nuestro recorrido al día siguiente, pues el clima era perfecto.
Por la noche, todo estaba demasiado silencioso, ni siquiera el viento podía escucharse, se sentía como si el tiempo se hubiera detenido.
Al día siguiente, el recorrido continuó. Todos estaban disfrutando las maravillosas vistas, sin embargo...
De pronto, un grito ensordecedor se escuchó, seguido por múltiples gritos resonando desde todas direcciones.
La gente corría por todas partes.
Para no quedar atrapado entre la multitud, también empecé a correr.
Mientras huía, miré unas escaleras de madera, no sé por qué estaban ahí, pero decidí subirlas, ya que nadie se acercaba a ellas.
Cuando estaba subiendo, una persona me siguió, al parecer pensaba igual que yo.
Cuando volteé hacia atrás, lo entendí.
Entendí por qué todos corrían, por qué todos gritaban asustados.
Su cabeza se desprendió de su cuello como si fuera cortado por una cuchilla, rápidamente regrese mi vista hacia enfrente.
Al subir por las escaleras, observe claramente la verdad aquel horror.
La gente no moría de la nada, sus cuerpos eran cortados por sombras extrañas, algunos morían instantáneamente, otros se desangraban gritando de dolor antes de morir.
Parecían no ver las sombras, algunas personas corrían directamente hacia ellas.
No creí lo que estaba pasando.
Estaba asustado.
Solo pude rendirme, pues una de esas criaturas estaba frente a mí.