Era una noche en la granja de mi abuelo.
Al salir a tomar un poco de aire fresco encontré un caracol muy grande de un poco menos de treinta centímetros.
Sin embargo, un gato pasó y el caracol salió de su caparazón y se transformo en la forma en aquel gato manteniendo babosa piel.
Momento después, el caracol comenzó a perseguirme tomando una forma humana imitándola de forma mas perfecta que la anterior.
No se podía notar la diferencia entre una persona y la criatura, a excepción de sus ojos negros y apariencia demacrada.
De su cuerpo se separaron tres pequeños caracoles mas.
En un momento, la criatura con forma humana ya se encontraba frente a mi, agarrándome fuertemente del brazo.
Con solo su toque, gusanos subieron en mi, intentando perforar la piel.
Sin embargo, ya que me sacudí rápidamente, logré deshacerme de ellos antes de que fuera demasiado tarde.
Inmediatamente después, huí lo más rápido que pude hasta lograr parar un auto en una carretera cercana.
Logrando así escapar de aquel oscuro lugar.
Lo único que puedo hacer ahora es rezar para que nadie se encuentre con aquella aterradora criatura.