Enamorado

Estoy enamorado de mi compañera de trabajo; una mujer madura. No está casada, pero es madre soltera; tiene dos hijos, el mayor de ocho y el menor de seis, no los conozco pero me imagino que deben ser maravillosos por lo que ella expresa.

Estoy enamorado de ella, de su rostro redondo, sus ojos pequeños que muestran fulgor.

Estoy enamorado de su sonrisa, junto con sus dos dientes incisivos laterales ligeramente más atrás que los demás.

Estoy enamorado de cuando sus cachetes se ponen colorados una vez se equivoca en algo y su maña de apuntar hacia la persona más cercana y tras unas cuantas risas delatadoras, culparla a ella.

Estoy enamorado de su risa estremecedora destroza tímpanos; ilusionando en un día ser dichoso de escucharlas todos los días porque para mí, aquella risa significa alegría.

Estoy enamorado de su potente voz. De aquel timbre autoritario que a cualquiera estremece. Me gusta su manera de entablar conversaciones, de su aún vitalidad, juventud y chispa de humor.

Estoy enamorado de esa mujer que hizo que aquel monótono trabajo al que debía estar supuesto a aborrecer en el primer mes, se transformara en el deleite de levantarme cada mañana, rogándole a la noche que se transformara en día solo para verla a ella.

Estoy enamorado de llegar al trabajo y observar como levantando la voz, ella, anima a los demás mientras demuestra con hechos todo lo que dice.

Estoy enamorado de aquella mujer que hace que sonría cada vez que está a mi lado.

Estoy enamorado de aquella mujer que me hace pensar en ella cada vez que no está a mi vista, preguntándome e imaginándome lo que estará haciendo.

Estoy enamorado de aquella mujer que me ve como a un hijo más.

Estoy enamorado de aquella mujer a la que ante su preferencia, nunca me verá como una pareja.

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