Solo en su habitación.
El pequeño se asoma por la ventana desde su recinto de "protección". Envidia corroe sus ojos al ver a los de su edad correr, saltar, reír, soñar e imaginar mientras juegan bajo el sol.
Simples deseos de poder ser igual inundan su agobiante mente. Preso de ella, siendo esclavo de ella a la fuerza. Anhela que las palabras de sus padres se cumplan, prometiéndole que muy pronto ella no será más en su vida.
Su infancia está siendo robada por la enfermedad.