Siempre me han gustado las historias de terror. Ahora ya de adulto continuo con el hobbie de verlas especialmente cuando llueve torrencialmente, la casa en silencio y el volumen del televisor a todo power. Es como si me gustara estar asustado. Mi adicción a este tipo de películas comenzó cuando tenía alrededor de 8 años, con Warlock (para quienes no sepan de él, pueden buscarlo en internet), recuerdo haberla visto escondido tras el sillón, ya que en ese entonces mis padres me impedían mirar y hablar de ese tipos de cosas. Con el paso de los años supe el por qué de aquella prohibición.
Extrañamente, y ante la incredulidad de muchos, yo tenía un sexto sentido, un tercer ojo como dicen algunos por allí, hasta el día de hoy me asusto de mi mismo, sobre todo de los sueños que suelen ser premonitorios y que no me han traído nada bueno a mi o a los involucrados. un amigo una vez, me pidió que ojalá jamás soñara con él, eso fue a causa de un relato que les contaré más adelante.
Mi sexto sentido ha tenido muchas historias, las que quiero que disfruten. No sientan miedo, son parte de mi ser, de mi vida y de los que me rodean. Si llegan a temer, imaginen cuando temo yo.
Llevaré conmigo siempre una guitarra.