Relatos eróticos

PECADO [PARTE 2]

-Hmmmm…- un ligero gemido deje escapar al instante en que mi pene se hundió entre sus dos nalgas cubiertas tan solo por la tela de su pantalón.

Pero no me detuve, sino al contrario, seguí frotando con más fuerza hasta que un enorme chorro de semen salpicó su pijama sobre la parte que cubría su culo.
En ese momento supe que el desastre debía ser sumamente notable. Seguramente su pantalón de pijama estaría más que mojado. Pero, afortunadamente, al parecer las horas que restaban para despertar hicieron lo suyo y lo secaron.
Aun así, mi hermana no se percató de lo sucedido por la noche y, cuando despertó, a diferencia del día anterior, me encontró “durmiendo” y dándole la espalda por lo que, sin decir nada, se paró y se fue a su habitación antes de que mamá se despertara.
Nuevamente esa noche volvió a mi cuarto pero no tan temprano como la noche anterior lo que me hizo sospechar que quizás intentó vencer su miedo pero al no poder nuevamente acudió a mí.
Igual espere a que pareciera estar dormida para comenzar a hacer lo mío. Y en esto estaba, frotándole el pito en el culo como las dos noches anteriores cuando de pronto, a punto de descargar mi semen, sentí que se movía y, posicionándose frente a mí, me encaró y me pregunto con coraje:

-Qué demonios crees que estás haciendo Harry?
-Me estaba dando vuelta… eso es todo…- le dije nervioso. 
-No es cierto…- me dijo mirándome fijamente.- pude sentir como estabas presionándote contra mí… no quiero que vuelvas a hacerlo entendido?
-Estamos en una cama sencilla _______… eso que me pides es imposible… estamos muy apretados… no es mal intencionado… además tu eres quien viene a causar molestias
-Le diré a mi madre lo que estabas haciendo…- me dijo a punto de llorar.
-Genial… seguramente te volverá a llevar con la psicóloga o, peor aún, termine internándote en un manicomio… después de todo nadie te obligo a venir aquí…
-Porque me haces esto Harry?
-No puedo evitarlo… lo hago dormido _______… es muy chica la cama y yo no puedo controlar esto…
-Pero soy tu hermana…! 
-Si pero también estas guapísima… mírate!!! Como me pides imposibles _______…?

Este último halago parecía calmarla un poco, aun así, mi hermana estaba sumamente frustrada y al borde del llanto.

-Si prometes no hacerlo nuevamente no le diré a mamá… 
-No puedo prometer cosas que no puedo cumplir… los hombres no podemos controlar las erecciones…-

Ahí fue cuando comenzamos a hablar claramente. Sin rodeos, ni indirectas.

- si no te gusta puedes irte a tu cuarto… yo no soy quien va a buscarte… además, no es sano que duermas con tu hermano…

Esa noche mi hermana y yo la pasamos entre discutiendo y hablando del tema. Finalmente no llegamos a nada nuevo y mi hermana tuvo que salir como todas las mañanas a su habitación antes de que mi madre despertara.
Supongo que desde la primera vez que piso mi habitación en la noche fue que comenzó el pecado pues siempre fue a escondidas de mamá.
Esa noche pensé que mi hermana no se presentaría o que si lo hacía lo haría entrada la noche. Mi sorpresa fue mayúscula cuando mi hermana apareció en mi cuarto vistiendo su pijama incluso antes de que yo entrara en la cama.

-He venido a dormir contigo…- me dijo dirigiéndose a mi cama donde nos metimos rápidamente.
No pude evitar preguntarle por el altercado de una manera discreta:
-Qué hay de anoche…???
Mi hermana me silenció con una seña y me dijo:
-Durmamos… tan solo durmamos Harry… no hablemos más del tema por favor…

Aquellas palabras las tomé como un banderazo de salida y, con solo darle 15 minutos para que conciliara el sueño, de la manera más descarada que pueda imaginar, me baje el bóxer y, con el pito desnudo y duro, comencé a tallar su culo hasta que me vine encima y me desplomé junto a ella.
Mi hermana no dijo nada. Supongo que imaginó que aquél sería el precio a pagar por dormir conmigo y, luego de una semana de repetir lo mismo, estaba tan enamorado de su presencia y entusiasmado con mi nueva compañera de sueño y pajas que, cruce el límite de la cordura y me volví más exigente con ella.

Por ejemplo:
Ya no solamente me venía una vez en su culo sino que ahora lo hacía 2 o 3 veces por noche y ya tomaba el atrevimiento de acariciarle el culo mientras le tallaba el pito.
Fue así que comencé a deleitarme con sus curvas y poco a poco fui progresando hasta ya aferrarme incluso de sus senos los cuales acariciaba a mi antojo por las noches incluso por debajo de su pijama.
No sabía hasta donde esperar de mi hermana y ahora el más interesado en que no perdiera el miedo a dormir sola era yo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.