Relatos Macabros

la mansión del susurro

La historia sigue a una joven llamada Lucía, que hereda una misteriosa mansión de su tía abuela, quien falleció bajo circunstancias misteriosas. La mansión está ubicada en un pueblo remoto y tiene una reputación siniestra entre los lugareños.

Lucía decide explorar la mansión y pronto descubre que está llena de secretos y susurros. Comienza a experimentar fenómenos paranormales y se da cuenta de que la mansión está habitada por espíritus malignos.

A medida que Lucía profundiza en la historia de la mansión, descubre que su tía abuela estaba involucrada en prácticas ocultas y que la mansión es un portal para el inframundo.

Lucía debe enfrentar sus miedos y luchar por sobrevivir en la mansión, donde los susurros y las sombras la acechan en cada rincón. Pero pronto se da cuenta de que no está sola en la mansión... y que algo la está esperando en la oscuridad.

Lucía comenzó a explorar la mansión, pero cada paso que daba parecía resonar con un eco siniestro. Los susurros parecían venir de todas direcciones, y no podía distinguir qué decían. Pero estaba segura de que no era su imaginación.

Mientras subía las escaleras, notó que las paredes estaban adornadas con retratos antiguos. Pero había algo extraño en ellos. Los ojos parecían seguirle, y las sonrisas parecían esconder secretos oscuros.

De repente, escuchó un ruido detrás de ella. Se dio la vuelta, pero no había nadie. El ruido se repitió, esta vez más fuerte. Lucía se dirigió hacia el sonido y descubrió una puerta oculta detrás de un tapiz.

La puerta estaba cerrada, pero Lucía sintió una fuerza irresistible que la empujaba a abrirla. Al hacerlo, se encontró en un pasillo largo y oscuro. Los susurros parecían venir de ahí.

Lucía avanzó por el pasillo, con el corazón latiendo en su pecho. Los susurros parecían rodearla, y sentía que estaba siendo observada por ojos invisibles.

De repente, se detuvo frente a una puerta que parecía ser el final del pasillo. La puerta estaba ligeramente entreabierta, y Lucía pudo ver una luz tenue que venía de dentro.

Con cautela, empujó la puerta y entró en la habitación. Se encontró en un estudio antiguo, con estanterías llenas de libros y un escritorio en el centro de la habitación.

Pero lo que llamó su atención fue el objeto que estaba sobre el escritorio. Era un diario antiguo, abierto en una página que parecía estar esperando su llegada.

Lucía se acercó al escritorio y comenzó a leer el diario. Era la historia de su tía abuela, que había estado involucrada en prácticas ocultas y había hecho un pacto con una entidad maligna.

A medida que Lucía leía, se dio cuenta de que estaba en peligro. La entidad maligna todavía estaba en la mansión, esperando su momento para atacar.

Lucía siguió leyendo el diario, descubriendo que su tía abuela había intentado romper el pacto con la entidad maligna, pero no había podido. La entidad la había matado, y ahora estaba buscando a Lucía para cumplir con el pacto.

De repente, Lucía escuchó un ruido detrás de ella. Se dio la vuelta, pero no había nadie. El ruido se repitió, esta vez más fuerte. Lucía se dio cuenta de que la entidad había encontrado su manera de comunicarse con ella.

La entidad comenzó a hablar con Lucía, diciéndole que era hora de cumplir con el pacto. Lucía se negó, pero la entidad la amenazó con matarla si no obedecía.

Lucía sabía que tenía que escapar de la mansión, pero la entidad había cerrado todas las puertas y ventanas. Estaba atrapada.

De repente, Lucía recordó algo que había leído en el diario. La tía abuela había escondido un objeto que podría ayudar a Lucía a escapar.

De repente, la entidad maligna se detuvo en seco y comenzó a hablar con una voz diferente. "Lucía, no te preocupes, estoy aquí para ayudarte", dijo.

Lucía se sorprendió. "¿Qué pasó con la entidad maligna?", preguntó.

"La entidad maligna fue derrotada por tu tía abuela antes de morir", respondió la voz. "Ella me dejó un mensaje para ti, para que supieras la verdad".

Lucía se sintió confundida. "¿Quién eres tú?", preguntó.

"Soy el espíritu de tu tía abuela", respondió la voz. "He estado protegiéndote todo este tiempo. La entidad maligna era solo una ilusión para mantenerte a salvo".

Lucía se sintió aliviada y emocionada al mismo tiempo. "¿Por qué me protegiste?", preguntó.

"Porque eres la única que puede continuar mi trabajo", respondió el espíritu. "Tienes un don especial, Lucía. Un don que puede cambiar el mundo".

El espíritu de la tía abuela comenzó a explicarle a Lucía que ella era la elegida para continuar su trabajo en la lucha contra las fuerzas oscuras. Le dijo que tenía un don especial, la capacidad de comunicarse con los espíritus y de ver más allá de la realidad.

Lucía se sintió abrumada por la responsabilidad, pero también se sintió emocionada por la oportunidad de hacer algo importante. El espíritu de la tía abuela le dio instrucciones sobre cómo desarrollar su don y cómo usarlo para proteger a los demás.

De repente, la habitación comenzó a temblar y la luz se apagó. Lucía se sintió asustada, pero el espíritu de la tía abuela la tranquilizó. "No te preocupes, Lucía. Es solo el comienzo. Ahora debes irte, la mansión está a punto de ser destruida".

Lucía salió corriendo de la mansión, justo cuando esta comenzaba a derrumbarse. Se detuvo en el jardín y se dio la vuelta para ver la mansión desaparecer en una nube de polvo.

El espíritu de la tía abuela apareció a su lado. "Recuerda, Lucía. Tienes un don especial. Úsalo para hacer el bien. Y nunca te rindas".

Y con eso, el espíritu desapareció. Lucía se quedó sola, pero se sintió lista para enfrentar lo que viniera. Sabía que tenía un propósito, y estaba lista para cumplirlo.

Lucía se dirigió a la ciudad, decidida a cumplir con su propósito. Comenzó a investigar sobre la historia de la mansión y la familia de su tía abuela, buscando respuestas sobre su don y su misión.



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En el texto hay: terror paranormal

Editado: 22.09.2024

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