ULTRATUMBA.

    Lo lógico sería pensar que la muerte sería el fin, pero en realidad es un nuevo comienzo, aquellos que son víctimas de muertes violentas o reniegan de sus destinos, terminan vagando en este mundo de carne y concreto, sus espíritus al no tener las mismas sensaciones que un mortal alteran nuestra realidad a su conveniencia.

    Debido a mi labor como exorcista se podría decir que estoy en una constante investigación de cómo enfrentarme a estos seres que son imperceptibles para la gente común, lo más agotador de mi tarea es que cuando finalizo mis trabajos suelo robarme los recuerdos de aquellos que exilie de este mundo, tanto en vida como en muerte.

    Dejaré esta pequeña anécdota por si acaso alguien con mis mismos dones surge y deseé contactarme, bueno empezaré ahora mismo, Este ser era un puberto que empezó su carrera de psicología en la universidad, venía de una familia pobre y desesperanzadora, pero a pesar de eso él siempre se esforzaba y soñaba desde lo profundo de su corazón con que todo iba a mejorar.

    Tenía una actitud muy recta y trabajadora, se podría decir que aspiraba a la santidad, pero a pesar de eso no hizo muchos conocidos y mucho menos amigos, ya que su timidez se lo impedía, en una de las tantas noches cuando el velo nocturno cobijo la ciudad este se dirigía a su casa. 

 Estaba tan inmerso en sus pensamientos que sus pasos parecían tener eco para el mismo, ya tan solo a unas cuantas cuadras ocurrió su gran tragedia, como si de un instinto animal se tratara su piel le alertó de una amenaza a sus espaldas, esto solo pudo caminar un poco más rápido para autoconvencerse de que estaría bien, nada más lejos de la realidad, aquella presencia que percibió tenía sed de sangre, lo atado de forma frenética.

    Tirado en el suelo con las múltiples puñaladas que hacían brotar su sangre que se entre mezclaba con el agua estancada a los alrededores de la calle, sin testigos y sin pensamientos claros, el rostro de su agresor se difuminaba y se hacía cada vez menos reconocible, todo se hizo más distante.

    Cuando pasó de un dolor extremo a un frío polar, sabia que este era su fin, sus últimos sentimientos eran de odio, el más profundo que un humano podría sentir, a veces las personas más puras pueden ser las más iracundas, todo su esfuerzo por una vida digna se le arrebató de golpe.

    Cuando un negro más profundo que el propio tiempo que lo acompaño se pronunció, este ya había perdido todos sus recuerdos y experiencias, pero aun sus sentimientos seguían, un ser se elevó y no puedo asimilar su nueva forma, no se pudo reconocer incluso estando su propio cuerpo tirado debajo de él.

    No tenía ojos, pero podía ver, no tenía voz, pero podía gritar, un ente al cual le quitaron el hambre y la sed solo tenía una orden instinto clara, vengarse del acto podrido que lo trajo a esa forma, incluso para mí es un misterio porque las almas buscan cosas referentes a sus vidas pasadas si no tienen memorias, supongo que son los sentimientos oscuros los que trascienden la ultratumba.

    Aquella alma en pena ya no estaba atada ni al tiempo ni al espacio, solo a sus deseos más primitivos, como una bestia oliendo a su presa empezó a cazar a los humanos con actividades más reprochables: Robo, adulterio, violación y asesinato eran la manifestación del pecado para este ser espectral.

    ¿Recuerdas cuando dije que los espíritus alteraban la realidad? Bueno, estos seres nacidos del odio o más bien renacidos del rencor se deleitan del terror de las personas, por eso los acosan lentamente con sus pequeñas apariciones.

    Te contaré uno de los casos que más me inquieto, de hecho llamó suficiente mi atención como para investigar en el periódico local, dos vecinos no se toleraban para nada, se dañaron los autos y se insultaban a las afueras de sus propiedades, solo dios sabrá de dónde surgió tal rivalidad.

    Pero uno de ellos había llegado bastante lejos, robo el perro de su enemigo mientras este laboraba, el animal trató de defenderse, pero no podría salvarse lo que le esperaba, con un cuchillo de carnicero bien afilado, el animal fue desmembrado, de cuello a vientre sus órganos fueron extraídos y reemplazados por rocas.

    Los llantos y chillidos del indefenso ser antes de morir solo hacían más perturbadora la escena, no había arrepentimiento alguno, esa fetidez moral fue la que atrajo al alma vengadora, que al ver tal acto decidió castigar de la forma más cruel al agresor.

    Poseyó el cuerpo desecho del animal haciéndolo levitar, con una voz de ultratumba habló a través del hocico que aún sangraba, el rostro del hombre solo se podría describir como incredulidad y horror, intentó huir, pero las puertas de su casa estaban cerradas, pero a través de sus ventanas se podían ver cientos de miradas inyectadas en sangre de criaturas inenarrables que ladraban y rugían reclamando su existencia.

    No deberíamos sentir lástima por un sujeto así, pero permite decirte que aquel tipo fue encontrado horas después con su cuerpo lleno de mordidas profundas, algunas ígneas y otras heladas, se podía saber por la calidad de los agujeros, digamos que se hicieron un festín con este, estaba tan dañado que solo lo puedo describir como escombros de sesos y tripas.

    ¿Te da curiosidad saber qué sucede con las almas de aquellos consumidos por otras almas? La respuesta es desalentadora, pero podemos decir que tienen un viaje directo a las capas más sofisticadas del infierno, pero podría decir que esta alma vio un caso aún más particular, concretamente en el que yo me involucre.

    Esta ánima había consumido tantos de sus semejantes que podríamos decir que combatió la amnesia post-mortem, pequeños fragmentos ahogados se deslizaban dándole una ubicación: Su antiguo hogar. En ese lugar se podía sentir un aura pesada, pero no por los humanos, sino por los muertos, el espíritu ingresa a su antigua morada, aun sin conocerla del todo, cada vez más se sintió de nuevo como aquel estudiante introvertido.