Relatos Vacios

NADIE ME CUENTA NADA

No entiendo que quieres que te diga, ya ahora no lo sé, después de todo, nada más que nuestra felicidad duro tanto como para decirles a los demás que estábamos muy equivocados como para que esto salga bien, porque a pesar de todo, en mi mente los dos éramos almas gemelas, éramos días antes de las noches queríamos ser más que solo eso, porque de seguro eso sí que lo recuerdas, espero que sí, porque de otro modo no sé cuál sería el sentido de tener nuevamente en mi vida a alguien que no naditita como tú, ya ni eso sabría yo explicarte, déjame decirte que a pesar de los años en que a uno se le viene a la mente todo, todito lo que le paso con un amor al cual ni en juegos correspondió decrecía como bien para mal ¿cómo es posible eso? después de tanto sé que no me has olvidado, o que me tienes atado en una parte de tu memoria en esa hermosa cabeza grande que tanto me gustaba, ¿sabes? me gustaba mucho eso que corrías como si fueras un correcaminos, eras la más rápida y eras también la que por los juegos de olimpiadas interescuelas corriste, y ese día ganaste y salvo solo yo, a nadie pareció importarles porque sí, yo iba como arquero del equipo de futbol y eso era lo único que le servía al colegio, te fuiste lejos, un día, a la ciudad principal de esta lugar de la sierra en donde hace tanto frio y yo me quede aquí, solo, extrañándote como si no fueras a volver nunca más, pero tú te fuiste todavía más lejos, a la capital, en donde contestabas y contabas siempre que el sol nunca salía y que el cielo gris no era tan feo como te decían siempre los demás. Pero yo seguía solo, aquí, sin nadie y sin ti, que era lo peor de todo, pero aparte de eso sabía que ni tu ni yo teníamos que tener esto a escondidas, pero lo hacíamos, pero parecía ser que a ti nomás no te molestaba porque yo ya ni podía aguantarlo, todos los malditos días junto con esos amigos a los que creímos siempre buenos se me ocurría decirles que tú y yo y yo y tú, sonaba bonito en mi mente, créeme. Pero tú te fuiste mucho más, jugaste las olimpiadas internacionales de escuelas representando al Perú, y decían por aquí y por allá que era una chica con talento, que salías en las portadas de las revistas mermeleras y chichas de allá de la capital con tu medallita que decían que era de oro pero que de oro nomas era el color, porque al parecer era de lata, y aun así, tú fuiste la que saliste en los periódicos, tú fuiste la que represento al país en una de las competiciones de las cuales nadie te tenia fe ¿cómo es posible que seas tan reconocida si ni en el colegio de aquí te teníamos tanta fe? Quien sabe que pasó por tu cabeza, ya suena hasta medio raro tener que decir que esto era una estafa más de lo mismo, pero tu seguías ahí, yendo y yendo más lejos y yo aquí, siguiendo y siguiendo más quieto, me quede es este lugar, horrible, sin nadie, esperándote que regresaras para que te lleve a una de esas fiestas que hacían los de años superiores, pero no, no te animaste a venir antes de que eso pasara, y el profesor me obligo a tener que ir con otra persona, me tocó Anabel, que era tu amiga, que estaba bonita sí, pero que no era como tú, que en nada de nada era como tu ¿sabes?, Pero fui con ella, que quieres que te diga, no tuve elección, y yo aun en fiesta seguía esperándote con ganas de verte y abrazarte y lo hubiera hecho, vaya que si lo hubiera hecho por más que me hubieras apartado tratando de que no se den cuenta, pero ya no me importaba.

Pasaron así las vacaciones también, el esperándote, el que mis tíos me decían que ya vámonos, que tenemos que ir de vacaciones a la playa, o a Bolivia porque dicen que ahí bien bonito nomas es, pero que yo estaba más y más aferrado a que vendrías, con esa felicidad que me emanaba lo mismo cuando te veía. Pero ni en las vacaciones, cuando me fui a la playa y ni cuando me fui a Bolivia porque ahí bien bonito nomas era, pero así y todo no te atreviste a venir, decidí entonces ir a una de esas academias en donde te dicen que tienes que tener un punto muy elevado de elegir tu vida y de que las cosas por algo pasan, aunque yo esperaba algo como hallar equis y no que cosas más, cosa que nunca pude resolver era el hecho de que porque te demorabas tanto y de cuando en cuando en la televisión, pero en esos canales que pocas personas ven, saliste, de nuevo con tu medalla que no tenia de oro nada con tu sonrisa y con el profe de educación física ahí atrás mostrando todo el orgullo como si el mismo hubiera ganado el concurso internacional de atletismo. Y yo, yo seguía aquí, esperándote.

Fue entonces cuando decidí que ya no vendrías y si en caso lo harías me buscaras porque el hecho de no tener algo para localizarte más que solo los canales de radio y televisión en efímeros momentos del bloque deportivo en las mañanas que solo pasaban sobre el futbol peruano que cada día daba más pena, de ti y de tus triunfos nada, a veces incluso solo te mencionaban, pero era para ellos más importante el hecho de que Brasil nos metiera cinco goles de que nuestra chica futuro del país y del colegio de algún lugar de la sierra que se les era desconocida había ganado una medalla de oro, que de oro no tenía nada, en una competencia internacional. Sin embargo hubo un día, ya cuando comenzaban las clases en mi nuevo colegio donde ya ni ganas había de ver la televisión en donde te vi, de la mano, con medalla nueva con un atleta que era reconocidísimo en todo el mundo, o en esta parte del mundo, y tu seguías feliz, pensando en quien sabe qué y omitiendo de todo al fin y al cabo de mí mismo. Eso duró mucho más, el hecho de que estés feliz con eso de que ya te codees con los más grandes de Latinoamérica, y era obvio pues que te tenías que olvidar de las medallas que parecían de oro, cuando de oro no tenían nada, porque ahora sí que ibas a participar en esas competiciones oficiales de las organizaciones más serias del mundo y los canales de televisión seguían con el tres a cero que nos dio Argentina, o con el dos a cero en casa de Colombia, y hasta era más importante que el mismo Bolivia que nos daba un contundente uno a cero con penal al minuto uno y mas no pudimos hacer. Pero tú y tu oportunidad de continuar con felicidad a eso de que deberíamos de tener a esos chicos con más ganas de participar y más leche y mejor desayuno, fue a ti que el presidente del Perú, sin mucho que ver en la tele empezó a decir que el atletismo era lo más importante que debemos de tener en las escuelas y colegios, ya no era el futbol, y si antes, a mí me pasaba que el ser portero era lo más sacrificado del futbol, pero era ahora que en el Perú el sacrificado deporte sea el futbol, y así se fue yendo a la porquería, ya no jugaba de portero, no me convenía, empecé, en mi nuevo colegio a jugar de delantero y meter y meter goles, y eso nomas era lo que hacía tener que decir ahora que los terceros goles míos siempre, pero siempre fueron pensando en ti, nada más que en ti.



#29186 en Otros
#9141 en Relatos cortos
#44163 en Novela romántica

En el texto hay: desamor, amor, desamor y traición

Editado: 03.04.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.