Rellenita de amor

Capitulo 3; Hermoso idiota

Hanna.

Pasé una vergüenza en la calle. Todos los que pasaban me miraban con caras largas y llenas de burla. Le conté todo lo que me había sucedido a Ava, y lo único que hizo fue reírse a carcajadas.

—¡No te rías! No es gracioso. Ese idiota casi me mata y, encima, por su culpa, casi pierdo a una clienta.

—¿Y era guapo? —pregunta Ava de repente, con una sonrisa en los labios y moviendo sus cejas de arriba abajo.

—¿Por qué preguntas eso si tú estás comprometida?

—Que esté comprometida no significa que no tenga ojos —dice, y sonrío negando con la cabeza.

Después de caminar un poco, tomé un taxi hasta mi casa. Cuando llegamos, le pagué porque no traía dinero conmigo. Me duché y me cambié de ropa para volver a tomar un taxi e ir a la cafetería.

—Está bien, tengo que admitir que era hermoso. ¡PERO! era un idiota y un arrogante.

—No hables de esa forma frente a mi hijo —dice Ava, y miro al niño que está sentado en una silla para bebés a su lado, concentrado en tratar de comer el pequeño pastel que le he dado con el permiso de su madre.

—Pero si tú has dicho frente a él que mirabas a otros hombres aparte de su padre.

—Cariño, tú no repitas lo que dice la loca de tu tía y tampoco le digas lo que he dicho a tu papá —le dice a Noah, y él la mira un segundo con sus cejitas elevadas para luego volver a concentrarse en su pastel.

—¿Qué pasa? ¿Por qué discuten ustedes dos? —escucho que dicen, y al reconocer esa voz, me levanto tan rápido de la silla que casi me caigo. Llego a ella y la abrazo.

—¡Is! Te extrañé, ¿cuándo has regresado? —digo cuando me separo de ella para que Ava la pueda abrazar.

—Yo también las extrañé, y apenas he llegado, vine directo hacia aquí —responde Isla cuando se separa de Ava. A Isla la conocí en uno de los tantos trabajos que he tenido.

En total, en el grupo somos cuatro: Ava, Isla, Amelia y yo. Somos las cuatro mosqueteras.

Ava es la que le pone el picante y el riesgo al grupo. Como saben, ella está comprometida y tiene un hijo precioso.
Isla es la que le pone la seriedad y su lado gótico; ella tiene novia.
Amelia es la que nos regaña si hacemos locuras, es como la mamá del grupo, está casada y en estos momentos está de luna de miel.
Por último, estoy yo, que como lo han notado, soy la que le aporta alegría y torpeza al grupo, y soy la que quiere ser mamá soltera.

Lo sé, lo sé, ¡tremendo grupito nos hemos armado!

—¿Me puedes traer unos sándwiches y un café, porfa? —dice Is cuando se sienta.

—Claro, señorita —responde Liam, y luego de un rato trae las cosas de Is. Seguimos hablando y también le cuento lo que me ha sucedido. Isla también se ríe y se burla de mí. Después de estar un buen rato hablando, las chicas ya se tienen que ir. Nos despedimos y se van.

—Liam, ve a tu casa. Yo cierro la cafetería hoy —le digo, y él asiente para luego ir a buscar sus cosas. Se despide y se va.

Me quedo atendiendo hasta que es la hora de cerrar la cafetería. Tomo mi cartera para luego cerrar muy bien todo. Camino hasta mi auto para subirme en él y comienzo a conducir hasta casa. Cuando llego, abro la puerta, me descalzo mis zapatos y los tomo para dejarlos junto con mi cartera en el recibidor.

Camino hasta mi habitación y cambio mi ropa por el pijama de unicornio. Camino hasta la cocina y me preparo unos pochoclos. Cuando ya están listos, camino de vuelta a mi habitación y me acuesto en mi cómoda cama. Enciendo el televisor y comienzo a ver una película.




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