Capitulo4;Me presentó soy Nate brown

Nate.

—Eres un hijo desconsiderado, nunca vienes a visitar a tu familia, siempre te la pasas trabajando —habla mi madre por el teléfono.

—Madre, tengo mucho trabajo en la empresa, pero te prometo que en algunos de estos días los iré a visitar —le contesto mientras voy conduciendo hacia la empresa, no puedo llegar tarde por segunda vez.

Hace unos días atrás, tenía una reunión con unos socios importantes y, por culpa de una mujer desquiciada que se cruzó en mi camino y ensució mi traje con pastel, llegué tarde a la primera reunión con unos posibles socios. Aunque también fue un poco mi culpa por no ver el paso de peatones.

Soy el jefe, no puedo volver a llegar tarde. Eso me daría una mala imagen con mis socios y posibles socios.

—Siempre me dices lo mismo, hijo, por lo menos dame un nieto que sí nos venga a visitar —dice, siguiendo con su insistencia de que le dé un nieto y de que me case. Pero lo que ella no entiende es que no tengo tiempo para tener un hijo y tampoco una relación.

Soy uno de los empresarios más reconocidos de Estados Unidos y, en estos momentos, no deseo tener una esposa ni mucho menos un hijo. No podría darles el tiempo suficiente que necesitan y sé que la mujer con la que esté en algún momento me recriminará no darle el tiempo que necesita.

—Madre, tú ya eres abuela, pero ahora te tengo que colgar que voy llegando a la empresa.

—Claro, hijo, pero ven a vernos pronto. Te quiero —dice para colgar. Sigo conduciendo para llegar a la empresa.
Después de dejar el auto en el estacionamiento, camino hasta el elevador y subo para presionar el botón que indica el número del piso donde se encuentra la sala de juntas.

Las puertas del elevador se abren cuando llego al piso indicado. Bajo y camino a la sala de juntas para entrar y encontrarme con los socios.Hablamos y, cuando llegamos a un acuerdo, firmamos los papeles del trato. Salimos de la sala de juntas y ellos se retiran. Camino a mi oficina, cuando llego, entro para sentarme en la silla detrás del escritorio. Voy a comenzar a trabajar, pero la puerta se abre de golpe.

—¿Por qué no me lo has contado, amigo mío? —dice Henry sonriendo. Él es mi mejor amigo de la infancia y mano derecha de la empresa.

—¿De qué hablas? —le pregunto.

—De esto —responde, tirando en mi escritorio una revista con una foto que me muestra a mí todo sucio de pastel y a la mujer con la que choqué, de espaldas, en grande en la portada, y en letras grandes dice:El empresario Nate Brown es visto en unas calles de Newbury Street junto a una mujer.

—¿Qué mierda es esta? —pregunto mirando a Henry, señalando la revista una vez que me levanto de la silla.

—Pero es que... es que no has visto todo, amigo, mira la página uno —dice, y paso la portada para la primera página,
encontrándome muchas más fotos: mostrando a la mujer tirada en el suelo, en otra ella está ensuciando mi cara con pastel. Comienzo a leer y cuentan lo que sucedió ese día, inventando y sacando falsas conclusiones.Dicen que ella es mi amante y, como no he aceptado tener una relación con ella, me hizo un escándalo en la calle. También colocaron la dirección de la cafetería donde trabaja.

—Henry, haz que dejen de publicar esta revista y demándalos —digo un poco enojado, porque puedo aceptar que publiquen algo de mí, ya que soy una persona pública, pero no de una persona que no tiene nada que ver con el mundo de la farándula. Tampoco puedo aceptar que hayan publicado la dirección de su trabajo e inventado cosas.

—Amigo, la revista está publicada en todos lados, hasta en internet —dice, ya un poco serio, y golpeo el escritorio con la palma de mi mano.

—No me importa, quiero que los demandes por violación a la privacidad y por difamación —hablo entre dientes.

—Está bien, hablaré con nuestros abogados, pero ahora cuéntame lo que realmente ha sucedido para que te tirara pastel encima —dice, sentándose en la silla frente al escritorio. Le comienzo a contar todo lo que ha sucedido ese día y el idiota lo único que hace es reírse a carcajadas.