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Prólogo · 'En el medio de la tormenta'

              En los ojos de muchos, yo era perfecta. Más que nada en el mundo de mis papás, donde frente a ellos yo no tenía ningún defecto, nada malo adherido en mi piel ni en mis principios. Me sobrestimaban más de lo que cualquier padre o madre habría hecho. Supuse que lo hacían por inercia, esa necesidad de saciar la buena decisión que tomaron por encontrarme y cuidar de mí cuando ya alguien más había decidido no hacerlo.

La realidad era que no se sabía si yo era perfecta. Mi pasado, mis orígenes, todo parecía estar oculto por una nube oscura que no pensaba despejarse en ningún momento. Me hubiera gustado decir que había buscado aquello, que había movido mis brazos como loca para liberar mi vida antes de conocer la que tuve después. Todo para saber de dónde había sacado mis ojos, mi pelo, mi nariz. De dónde había venido y quién había sido.

Mis papás tenían ese mecanismo de defensa para ellos mismos, para asegurarse que yo no iba a traer ningún karma o nada que los hiriera. Me amaban, muchísimo, y yo a ellos. Sólo detestaba que me tuvieran en un pedestal, lo odiaba en general con todas las familias y sus hijos, pero los entendía por más que iba en contra de lo que pensaba. Nadie era perfecto y eso fue lo que me llevó a caer de rodillas frente a mis errores.

Los enigmas y preguntas me atraían más de lo que podía confesar, en mi hipocresía de querer esconder quien era, me mordía la lengua y actuaba lo contrario. Y por más que los demás me creyeron, no me pude convencer con mis mentiras y como un imán me quedé adherida en medio de la tormenta que tapaba cierta parte de mí que nunca había pensado encontrar.

En el medio de la oscuridad y las preguntas, apareció la mismísima intriga disfrazada de cuero y envuelta en el humo de sus cigarrillos, la cual con una mirada me hizo cuestionar absolutamente todo. Sin la simpatía o el carisma de un adolescente normal, me quedé enredada en mi propia boca donde no podía emitir ni una palabra que no fuera en duda hacia él. De porqué había desenvuelto su persona en un parpadeo y porque actuaba ser alguien que no era.

Probablemente había sido porque, después de todo, éramos parecidos. Vivíamos una vida lejana a la que una vez habíamos tenido y que, queriendo satisfacer al resto, guardábamos lo que verdaderamente cruzaba nuestras mentes. Fue eso mismo lo que hizo que conectáramos tanto, las nubes de la tormenta oscureciendo el resto y solo dejándome a él en mi vista. Parecía ser el enigma y la solución, tan contradictorio y lógico, y tan adictivo que me perdí sola en los truenos que me despertaron.

Y así, con los dos polos opuestos, terminé en donde nunca pensé estar. Porque, en el medio del desastre y el diluvio, él no me iba a soltar, pero yo ya no sabía si la claridad que vino después era la misma que quería con él.

¿Quién dijo que terminaríamos así?

 

 

 

 

COMIENZO DE PUBLICACIÓN (PRIMERA VERSIÓN)

 10 DE FEBRERO DE 2015

COMIENZO DE RE-EDICIÓN Y PUBLICACIÓN: 

2 DE MAYO DE 2022

 




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