¿Dónde está Tomas?

   Tomas llega de la escuela, estaba feliz porque Valentina había aceptado salir a una cita; así que apenas llega se lanza en la cama con los brazos extendidos, a él ya no le importaba el disgusto que había tenido con Jorge, a pesar de perder su dinero el siente que ganó mucho más. Incluso olvidó lo ocurrido con el reloj y aquella casa antes de ir a la escuela. Una vez que procesa lo ocurrido, se levanta de la cama, se cambia el atuendo; vuelve a notar el reloj; parece que el destino no dejaba que se olvidara de eso. Inmediatamente recordaba los sucesos extraños que habían ocurrido.

  Decide bajar para comer en familia como siempre lo hace, esta vez mamá había preparado pasta.

    —hermano, hoy si te vi entrar —dice Nicol con una sonrisa—.

 —entonces hoy si tenías los ojos abiertos.

  Se ríen un rato; hacen bromas. Tomas decide ir a su habitación después de comer, en la cena se la pasó con una sonrisa ¡vaya que está feliz! Apaga las luces, parece que está noche va a ser un poco más normal, contrario a lo ocurrido ayer que pasaron aquellas aves.

  Efectivamente fue así, al día siguiente amanece de buen ánimo, curiosamente lo primero que nota es el reloj que se encontraba en la mesita de noche. Él cree que ya es hora de investigar sobre ese reloj, antes de ir a la escuela buscará a un relojero. Se levanta de su cama mientras se estira un poco y respira profundo. Luego de alistarse toma el reloj y sale de su casa. Camina hacia el centro de la ciudad.

    —no sé por qué me tomo tantas molestias por un simple reloj, espero valga la pena.

  Al llegar al relojero, le muestra el objeto.

    —parece un reloj, pero... —menciona el relojero mientras lo observa con sus lentes detenidamente—. Su material es muy extraño, no podría asegurar que haya visto algo parecido antes, pero puedo decir que esto no es un reloj. Bueno, tiene forma de reloj, sí; pero no tiene ninguna función, tal vez se trate de un objeto exclusivo, alguna obra de arte. Creo que sería bueno que fueras donde un coleccionista, ellos tienen cosas tipo así, podrías conseguir información allí —comenta el relojero, entregándole el objeto a Tomas—. De todas formas, si te interesa venderlo puedo ofrecer por él, parece interesante. Tiene un color extraño, eso lo hace interesante y su material ¿qué es?.

    —por ahora me lo quedo, pero si me decido a venderlo, vendré —dice Tomas mientras guarda el reloj—.

  Luego de salir de la tienda y no obtener información decide buscar una tienda de colecciones para no perder el viaje. Así que se dirige hacía un lugar que él había visto una vez cuando había venido hace 2 años, y le llamó mucho la atención.

  De pronto se percata de que algo lo observa desde la distancia, no puede saber muy bien de que se trata, pero lo percibe. Aún así piensa que puede ser su imaginación.

    —tal vez estoy un poco paranoico.

  Se acerca a la tienda de colecciones así que saca su reloj, cuando aparece un sujeto vestido de chaqueta, parecía fuera de sí, se coloca en medio de la carretera, justo en el momento que un auto pasaba.

  El auto se acerca; parece que no puede parar; el sujeto está enfrente ¿habrá una colisión?, ¡Tomas no puede moverse!, está sorprendido —¡la adrenalina le recorre! Ante el peligro inminente—. El conductor logra girar el volante —los espectadores esperan una catástrofe—, al girar intentando esquivar, se dirige hacía donde está Tomas a la misma velocidad de antes, ¡lo va a arroyar!, el sujeto puede ver a un joven parado, en show, en frente del auto, intenta frenar con todas sus fuerzas, usa el freno de mano; sigue girando el volante para esquivarlo ¿por qué Tomas no se mueve? Tal vez es el pánico. El sujeto del auto cierra los ojos… ya da a Tomas por muerto, estampado contra la pared de la tienda.

  El auto se estrella…, … se escucha un estruendo, los espectadores se tapan la boca; algunas conversaciones fueron interrumpidas por el acto. Al abrir el conductor los ojos, bastante herido (nada grave al parecer), se baja del auto para buscar a aquel joven que debía estar en el tercer cielo. ¡Cuál fue su sorpresa cuando no hay nadie!, se le olvida el dolor incluso, ¿Dónde está ese chico?, queda perplejo.

  Algunos espectadores afirman que vieron a un joven, pero momentos antes del impacto se desvaneció en el aire, como un truco de magia.

    —viste eso, había un chico y desapareció. ¿Dónde está?

  —¿cuál? Yo no vi a nadie, seguro lo imaginaste.

    —no te equivocas, yo también lo vi, pero no lo vi desaparecer como tú dices; aunque, no lo veo. —comentan algunos espectadores—.

  —¡un médico por favor!

  Llegan los paramédicos, atienden al sujeto. Luego llegan unos oficiales de policía que transitaban la zona y les preguntan a algunos testigos presenciales sobre lo ocurrido:

  Algunas personas afirman ver a un joven que entraba en la tienda, otros que no había nadie; hay quienes aseguran que el auto arroyó a un chico, y los que dicen que desapareció. Todos ellos están intrigados, y como curiosos que son, sienten curiosidad. Pero, no hay ningún rastro.

  El conductor del auto sabe que había un chico; sin embargo, no sabe qué pasó con él, pues cerró los ojos. Es tal el misterio que empieza a dudar que tal joven estuviese ahí. El hombre que se había cruzado en el camino del auto ya no estaba; también era un misterio su paradero y todos se olvidaron de aquel sujeto al concentrar su atención en el auto y en el misterioso chico que pone a dudar a muchos sobre su salud mental.