- ¿Por qué mierda no me dijiste que íbamos a un cementerio?
El viento revoloteando mis cabellos rubios, hace que mi cuerpo cada vez tiemble peor que una pequeña hoja.
El olor a las tumbas se filtra en mis fosas nasales, y en menos de un segundo el viejo cementerio de New York aparece frente a nosotras.
Unas pequeñas cruces hacen aparición en mi campo de visión y mi estomago se estremece viendo la oscuridad de aquel lugar.
El auto frena de repente, indicando que llegó la hora de bajar.
- No pienso ir a ningún lado - declaro, observando los ojos chinos y burlones de mi mejor amiga.
Bufa de manera burlona, mientras menea la cabeza en señal de extrema diversión.
- no es aquí Kendall, pero tenemos que pasar por ese lugar para llegar a la fiesta - explica mientras me suplica con sus lindos ojos marrones que baje del auto.
No caeré en esa mirada de tierno cachorrito de nuevo.
- ¿hazme recordar a donde íbamos y el por qué tengo que acompañarte yo? - pregunto mientras escondo la cabeza entre las rodillas, como señal de perfecta desesperación.
Es casi medianoche y estamos en la entrada de un cementerio.
La hora perfecta para los zombies.
Esperen, ¿lo zombies existen?
¿Existirá algo peor que un zombie?
- pues Gael me invitó a la fiesta, que no es en absoluto común, es más una fiesta donde habrá cartas del Tarot y personas fingiendo ser brujas y todo eso - habla rápidamente mientras se sonroja. Sus mejillas bañadas en pecas se tornan rosadas.
Desde los 6 años, Gael Watson le había gustado, pero, ¿a quién no? Cabellos castaños y ojos verdes enamoran a cualquiera, y por supuesto ella no iba a desperdiciar la idea de tener un momento con él, aunque ese momento sea justo a lado de un cementerio a casi medianoche.
- ¿sigo sin entender que tengo que ver yo en todo esto? - la observo mientras enreda uno de sus rizos rojizos entre su dedo indice y lo gira una y otra vez.
- pues eres mi mejor amiga, ¿Necesitas algo más que eso? Necesito tu estúpido trasero conmigo baby - suplica mientras pestañea dramáticamente.
¡Ay esos ojitos marrones!
- no me convences en absoluto - negando con la cabeza en total desacuerdo.
¿La amo?
Si.
¿Es mi mejor amiga?
Claro que si.
¿Entraría a un cementerio a medianoche por ella?
Ni con todas las fuerzas del universo.
- acabo de tener una discusión mental conmigo misma, ¿y adivina que? - recuesto mi cabeza contra el asiento mientras cierro mis ojos.
- ¿que? - pregunta curiosa y con una sonrisa brillante, esperanzada por supuesto, casi quiero sentirme mal al tener que romper sus esperanzas.
- No hay fuerza del puto unive...
- ¿Planean seguir discutiendo toda la noche? O ¿llevarán sus lindos traseros a la fiesta? - preguntó una voz detenidamente.
Ambas giramos con expresiones espantosas, observando unos brillantes ojos verdes a la luz de la luna.
Gael.
Camiseta negra al cuerpo, jeans del mismo color, cabello bien recortado y unas botas enormes en sus pies. Su expresión sumamente tranquila me inquietaba, se veía demasiado tranquilo, raro en él que siempre era lo contrario a eso.
Observé el rostro de Abigail, que se encontraba rojo como un tomate, y si, la verdad es que, aún debajo de la radiante luna, el rojo de su cara, era aún más que notorio.
Ella también me observa de reojo, y ambas pensamos lo mismo, lo deduzco por su expresión.
¿habrá Gael escuchado toda la conversación?
- y bien, ¿piensan responder? Hace un segundo hablaban como cotorras y ahora no hablan en absoluto - se burla mientras suelta una corta y sonora carcajada.
- estábamos por ir - dice Abs, adelantándose y acercándose silenciosa a Gael, como si él fuera una especie de animalillo del bosque al cual temía asustar.
- ¡Oh! Genial, ¿Kendall, vienes? - pregunta mientras me observa de reojo, caminando ya con Abs colgada de su brazo, hacia la entrada del cementerio.
La mirada de Abs clavada en la mía, hace que me haga las siguientes preguntas:
¿estoy dispuesta a quedarme sola aquí?
¿estoy dispuesta a perder a mi mejor amiga? ( ya que si no voy es más que un hecho que no volverá a hablarme en toda la vida )
¿estoy dispuesta a ser un bocadillo para los zombies?
La repuesta a todas las preguntas es...
NO.
- ¡hey! Esperen, no me dejen - chillo mientras corro despavorida tras ellos pisando por fin la tierra del cementerio.
..................................................................................
- quiero ir, sacame de aquí - suplico a mi mejor amiga, quien parece en una especie de trance sin escucharme siquiera.
Sus ojos fijos en Gael, no parecen ver el horror de esta supuesta fiesta.
Personas vestidas con lo que parecen atuendos de Halloween se pasean de aquí para allá, bajo los adornos y luces colgantes puestos por las ramas de los árboles.
Bebidas coloridas se pasean en las bandejas de los camareros vestidos con una especie de uniforme gótico, cadenas cuelgan de los pies de estos, y sus cuellos cubiertos por mas cadenas enroscandose.
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Editado: 17.04.2019