Relojes: Corriendo

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La niña no podría llevar sola toda la comida, por lo que tuvo que entrar en la sala, buscar sus asientos y acomodar la comida.

Cuando entro al baño escucho el fuerte golpe de un cuerpo chocar contra la pared.

-Yo solo hizo lo que Jonan me pidió y… ¡A todos nos pidieron que hiciéramos caso! ¡Ni siquiera fui yo quien soplo lo de su escapada! Lo dijiste en voz alta en el recreo y todos lo escucharon.

-¿Y eso qué? Solo queríamos averiguar lo que estaba pasando, no hicimos nada malo, aun así nos delataron con nuestros papás. Mi mama primero lloro y luego casi me mata, y tú ni siquiera tienes que pasar por eso ya que eres un huérfano.

-Jonan puso a los huérfanos a patrullar la ciudad porque nadie se preocupa por ellos.

-Tu, tus hermanitos de orfanato y ese principi…

-¿El y quien más? –pregunto Nathan con su voz amenazante.

Su entrada no fue tan épica como esperaba, si bien tenia mal genio no solía descargarlo con personas al azar, solo con francisco, y no pudo golpear nada ya que con su fuerza lo más seguro era que terminara rompiéndolo, solo pudo usar su voz amenazante y sus ojos de muerte.

Nathan reconoció a un hada, un brujo y un licano, como todos rondaban la misma edad, ninguno se molestó en parecer asustado o dejar de hacer lo que estaba haciendo. Nathan siempre se sorprendía por coma la gente era en esa parte del mundo, de donde venía la disciplina era lo más importante, en cambio en esa parte del mundo la gente era mucho más libre en varios aspectos.

No se preocupaban mucho por lo que los demás pensaran sin nunca caer en los extremos, cuchicheaban como toda persona normal pero nunca miraban mal a la persona en cuestión, cada uno vivía su vida lo mejor que podían, sean pobre o ricos. También tenían una fuerte idea del respeta, sobre todo con la familia, lamentablemente esto se les olvidaba si se sentían ofendidos.

Para nos nefilims las clases sociales lo eran todo, para esos chicos, el solo era un niño bonito con título de príncipe que se estaba metiendo en su camino. Los tres matones lo miraron sin ningún miedo y después de unos segundos soltaron la ropa de Dimitri, saliendo con caras largas del baño.

-Tiene nuestra misma edad y lo dejan estar en las juntas.

-Lo más seguro es que le vaya a llorar a Jonan, aunque mi mamá va a volver a regañarme por lo menos ella si está viva.

Los otros dos codearon al que hablo y se marcharon corriendo, dejándolos con un mal sabor de boca.

-¿Por qué no los golpeaste?

-Nos hubiéramos metido todos en problemas y uno de ellos era un hada, en un espacio tan reducido no tenía oportunidad.

Las hadas eran longevas y con una moral cuestionable, podían lanzar maldiciones y bendiciones por igual, los nefilims eran inmunes a los ataques físicos y se recuperaban rápidamente, las maldiciones eran otra historial. Si pelean y el hada lo maldecía los otros dos podrían golpear a gusto.

-¿Vives en el orfanato?

-¿No tienes mamá?

Nathan se asombró al verlo a la defensiva.

-A estas alturas toda la ciudad ya debe saberlo, así que sí, mi mamá odia al antiguo rey y murió poco después de darme a luz. El viejo enloqueció y murió poco después.

Era el drama más grande de los nefilims, protagonizado por sus propios padres y todos lo sabían.

-… existe un orfanato patrocinado por un hombre rico, a veces viene y nos compra cosas, además de que la comida nunca falta y también se nos da mucha libertad, se volvió popular y seguido se dejan niños del otro lado ahí. He estado ahí toda mi vida con otros cien niños.

Aunque había escuchado del orfanato nunca espero que hubiera tantos niños ahí. Jonan también tenía a ese lugar como una de sus prioridades desde que supieron tras quien iban.

Gracias a que ambos confesaron sus secretos el ambiente se aligero bastante y las palabras de ese privilegiado con padres vivos no les afecto tanto.

-No le vas de decir nada a Jonan, ¿verdad? Si lo haces me van a hacer bullying.

-¿Y cómo crees que voy a quedar yo si lo digo? Podemos golpearlos durante las patrullas. Ya vámonos, dejamos a Joule sola.

Al final la película estuvo entretenida y casi no pestañearon durante la hora y media que estuvieron ahí, Nathan fue quien más lo disfruto ya que nunca pensó que un montón de aves podían llegar a ser tan interesante.

**+

Como dijeron esos tres preadolescente, los jóvenes no tenían ni idea de lo que estaban pasando, unas pocas cosas habían logrado filtrarse y con eso crearon su propia versión de lo que estaba pasando.

Esa falta de información también desencadeno que un montón de niños se lanzaran sin miedo al peligro solo por andar de metiches. Para apaciguarlos un poco, y gracias a que la llegada de la navidad solo los estimulaba, Jonan organizo novenas con todas la familias que estuvieran dispuestas a reunirse.

La primera reunión fue una pequeña fiesta organizada en el enorme patio de una hermosa hada salvaje, gracias a que algunos niños aun desconocían sus verdaderas raíces la posada fue como cualquier otra, con un santa y un grupo de niños recreando el nacimiento del niño Jesús.

Naturalmente Joule también estaba ahí, ambos volvieron a fingir que no se conocían y su madrina la estaba arrastrando por todo el lugar. Nathan tampoco pudo prestarle demasiada atención gracias a que todos los niños lo estaban mirando, los niños con resentimiento y las niñas con sonrisas.

La novena comenzó temprano y se desarrolló bien, con todos jugando y riendo, la mesa de comida se vaciaba y volvía a llenar constantemente, el punto cúspide fue a la hora del almuerzo, donde se suponía que todos comerían para luego ir a casa.

Y como esperaron los adultos, los niños volvieron a los brazos de sus padres para comer y unos minutos después de terminar, el bullicioso lugar se fue silenciando poco a poco.



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En el texto hay: infancia, infantil, magi

Editado: 20.02.2021

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