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Nathan se fue con Joule y aun cuando quiso volver a medio camino se dio cuenta de que la

-Por lo que dijo el príncipe, ni ellos saben en dónde buscar y se apegan a cualquier pista, no solo con ella sino con cualquier niño de san Vicente.

-El método que usaron para esconder al verdadero príncipe perdido es tan efectivo que nadie lo ha encontrado, verificamos a los niños y a todos los padres que hemos podido y no hemos encontrado nada.

-Es por eso que estamos aquí, nosotros nos haremos cargo de eso, ya que no han obtenido resultados déjennos hacer nuestro trabajo. Ustedes concéntrense por encontrar al que manipulo la comida en su…

-Dudar solo nos pondrá unos contra otros.

-Pero sucedió y causo todo esto.

-Haremos nuestra propia búsqueda y notificaremos al rey sobre lo que está pasando, sin embargo cualquier cosa de importancia relacionada con el príncipe perdido será notificada directamente a la gran sede, en la reunión en el palacio de gobierno decretaron que era un problema interno que sería manejado por ellos.

-Sobre los mercenarios y caza recompensas tenemos control total, limpiaremos la ciudad en unos pocos días.

Hablaron durante tres horas antes de irse, usando su casa como base de operaciones, dijeron algunas cosas sobre los ministros y el presidente no logro entender, pero reunió toda la información que pudo.

Cuando salieron por la puerta Joule se metió en uno de los cuartos vacíos que dejaba ver a la calle, unos de los hombres extranjeros se dio cuenta de su presencia y le dio una mirada de desprecio antes de irse, aunque decidió que no le afectaba no paso frente a la mansión al día siguiente cuando iba a clases.

Sus heridas milagrosamente se volvieron manchas rosadas al igual que la vez que se cortó el rostro, y al igual que en esa ocasión, seguían doliendo como si solo se hubiesen curado superficialmente.

Joule también ignoro eso, estaba demasiada ocupada como para darles importancia a pesar del dolor y se dedicó a buscar a Benjamín para aclarar todas sus dudas.

Fue una de las pocas veces que se sintió tanta decisión para hacer algo, lo busco mientras armaba su charla en su cabeza y repasaba todos sus recuerdos, lamentablemente no lo encontró.

Fue Dimitri, de quien se había olvidado, quien la encontró a ella, cuando la jalo del brazo lo vio sudado y sin aliento, solo necesito verlo un segundo para darse cuenta que él también la había estado buscando, luego se pusieron de acuerdo para irse a un lugar donde nadie los escuchara.

-No sé mucho de lo que ocurrió ayer –Joule le comentó sincera sabiendo lo que el chico quería -en realidad no sé nada, solo recuerdo la fiesta y el árbol.

-¿Nadie te dijo lo que paso ayer?

-En mi casa nadie sabe que conozco a Nathan y les hice creer que no recordaba nada para no soltar nada importante -le susurro –y por esa misma razón no me dijeron nada.

-Casi te llevan.

-La vez pasada también intentaron llevarme -dijo con calma, aunque tenía una idea de lo que paso solo logro armar un hilo a base de sus recuerdos borrosos, la mayor parte de sus recuerdos solo eran gritos y el dolor de sus heridas, con Nathan había aprendido que era mejor no recordar muchas cosas y solo saber lo necesario para no sentirse perdida.

-¡No! Iban a llevarte con ellos para que Nathan buscara al príncipe perdido.

-¿Por qué? Además… cuando el anciano nos contó eso muchos no quisieron creerlo.

Las heridas en su rostro dolían como el infierno, y gracias a eso no podía expresar lo que sentía, y solo podía poner una expresión tranquila, aunque estuviera asustada o sorprendida, lo máximo que podía hacer era mover las cejas.

-Yo tampoco entendí eso, pero los adultos se negaron a creerle al viejo. Lo que sucedió esa vez fue que “ellos” lo confirmaron, como creían que se iban a salir con la suya lo se lo contaron a Nathan, ese niño o niña existe y se lo quieren llevar pero no han logrado encontrarlo. Al llevarte se iban a asegurar que Nathan también lo buscara y no te iban a devolver si no lo hacía, además casi te mueres ¡Cómo puedes estar tan tranquila!

-Ya hemos pasado por esto antes -le dijo con seguridad -estoy entera. Nathan pudo con eso ¿no?

-No, no pudo.

Fue entonces cuando abrió los ojos con asombro. Cuando volvió a despertar en su cama supuso que nada malo había pasado, que como las veces anteriores los dos habían logrado escapar.

-Los emboscaron nefilims y nombres lobo, solo pudieron huir porque se pelearon entre ellos, y luego un árbol casi los mata.

-Si recuerdo el árbol pero… ¿Porque se movía?

-Es una zona prohibida -Dimitri hablo de eso como si fuese obvio -el árbol de la verdad, ¡Ataca a cualquier mentiroso que se le acerque y aparentemente te odiaba! ¿No tienes algo que decir?

Las palabras de Dimitri la atraparon con la guardia baja y probablemente su expresión la delato por completo.

-Estoy en lo cierto ¿no? Ningún niño de nueve años normal reaccionaría ante el peligro como tú lo haces, ¿Qué eres? ¿Reencarnaste? ¿Nathan lo sabe? Lo más probable es que-

-Solo los nefilims creen en la reencarnación… tú no eres un nefilim.

- ¡¿Cómo sabes eso?!

Los nefilims creían fuertemente en la reencarnación, mientras más fuertes fueran también fortalecerían su espíritu y podrían rencarnar con sus recuerdo intactos en su siguiente vida, eso lo leyó en uno de los libros de la mansión.

-Lo leí en la mansión –se defendió, aunque pudo desenvolverse más en su charla gracias a que ya se sentía cercana a Dimitri -¿Qué paso después?

-Nathan no pudo salvarte, se asustó mucho creyendo que estabas muerta y luego aparecieron el resto de nefilims.

Joule volvió a asombrarse con sus palabras y aunque lo intento no logro imaginarse esa escena. Si bien Nathan ya era un buen amigo para ella dudaba que el la apreciara de la misma manera como para asustarse en su nombre.