Katherine
Poniéndome los aros plateados visualice mi reflejo.
Era realmente muy bonita.
Soy bonita.
Y era por eso mismo que si quería alejarme pronto de mis padres, tenía que actuar por mí misma y dejar de esconderme en mis buenas calificaciones y en mi imagen de buena hija.
Mi mayor error fue pensar que si seguía todas sus órdenes tendría más libertad, cuando comprendí que el efecto de mis acciones fue realmente todo lo contrario, no pude evitar llorar. Solo quería un pequeño escape, quería la confianza de mis padres, quería que supieran que sin importar nuestra poca comunicación yo los podía apoyar, pero siendo yo, no tendiéndome como muñeca de trapo que solo sirve para atraer a hombres de negocios.
Era principalmente por esa razón que decidí que esto tenía que acabar hoy ¿Y qué era lo que iba a hacer?
Mi plan era un poco arriesgado.
Lo sabía, pero tenía que intentarlo, después de todo no tenía mucho tiempo. Si dejaba escapar mucho tiempo en menos de un mes estaría comprometida con alguien que posiblemente me doblaba unos cuantos años.
Así que, si tenía que casarme, sería con la persona que yo eligiera.
Dándome un pequeño vistazo, di media vuelta para poder ver mi cuerpo completo.
Me había puesto un vestido de color negro que me llegaba hasta los tobillos, tenía un escote en la parte superior que a pesar de mostrar algo de piel no se veía para nada vulgar, de hecho se veía elegante, el vestido era pegado, pero al tenerlo puesto me senría poderosa, con tanta seguridad de que iba a conseguir lo que quería esta noche.
Decidí ir con el pelo suelto, con unas pocas ondas no tan marcadas en los lados de mi cara, y me pinté los labios rojos, estos tendrían la atención esta noche.
Mi plan era sencillo.
Hablaría con el temido y conocido Luke, un chico de último año de la universidad, apenas y lo conocía, pero tendría un trato para él que por lo menos lo pensaría un poco antes de rechazarme por completo.
Además, no era tonta, cualquier chico voltearía ver a una chica bonita. No desaprovecharía mis encantos.
...
Un poco de mala suerte indicaba que todo saldría bien.
Había demasiada gente en esta mansión.
Me encontraba segura de que el anfitrión ni siquiera conocía a la mitad de los invitados.
Lo suponía por todos los rumores que corrían sobre él.
Luke después de todo tiene una reputación no tan... grata.
Pero por un lugar escuché que estaba buscando limpiar su imagen, para beneficio de sus negocios futuros. A todos les gustaba ver a alguien centrado y ver en alguien la confianza y certeza de que no les arruinaría un negocio, y si bien sabía que Luke contaba con una capacidad de inteligencia demasiada extensa, tenía un par de defectos con su personalidad, por lo menos eso era lo que les mostraba a los demás.
Un chico un poco problemático. Podrías escuchar en un día todo lo que hizo, para luego jamás volver a escuchar ni un solo susurro. Se sabía que el dinero callaba bocas. Incluso en una escuela donde todos contaban con una posición económica demasiado alta, un poco más de dinero no le hacía mal a la tarjeta bancaria de uno que otro estudiante.
Incluso entre los ricos hay jerarquías. El mayor terror de un rico es obedecer a alguien superior que tú, y el mayor anhelo era ser esa persona superior para los demás. Eso era lo que representaba Luke en esta universidad.
Estaba en el Top1 de los estudiantes más ricos en esta escuela.
Era eso, su cara y cuerpo lo que lo hacían ser el chico más deseado para las chicas e incluso chicos.
Y no es como que él les negará un poco de su tiempo.
Si quería dar la imagen de sentar cabeza para mejorar su reputación podría hacerlo.
Es por eso por lo que estoy aquí y, sin embargo, ni siquiera puedo estar a un paso cerca de él. No lo he logrado ver en toda la ceremonia de celebración.
—¡Vamos Luke!
Parece que lo invoqué.
Volteo hacía donde se dirigen los gritos y es ahí cuando lo veo.
Su cabello rubio cenizo logra resaltar con sus brillos dorados.
—Te dije que no puedo, ocupo tomarme fotos para que todos se puedan retirar.
—Pero te conseguimos a toda esta gente como pediste, ¿no querías contactos después de graduarte?
—Tranquilo Luke, igual no es como que los ocupes—se unió una nueva voz.
—Eso no importa ahora, por favor saca a toda esta gente, que me están dando alergias.
—Como digas caballero.
Empecé a ver como se retiraban, si bien el primer acercamiento que tenía de Luke, fuera de escuchar su nombre salir por otras bocas, me había dejado un extraño sabor de boca, no podía echarme para atrás.
Estaba segura de que él era una mejor opción que la persona que querían mis padres para mí, y esto lo sabía por sus enumerados intentos de juntarme con un señor a principios de sus cuarentas cuando solo tengo veintidós años.
Me apresuré a seguirle el paso. Cuando lo tenía a unos pies de distancia se paro.
Me paré justo a tiempo.
—¿Por qué me estás siguiendo? No hace falta que sigas aquí, la fiesta se acabo.
Seguía viendo su espalda. Era ahora o nunca.
—Tengo un trato—Dije con la voz firme y segura. Ninguna respuesta verbal ni corporal.—Se que estas buscando tener reputación que les guste a personas de altos cargos, es por eso que estoy dispuesta ayudarte si tu me ayudas a mí.
Por primera vez pude notar sus ojos (o por lo menos uno de ellos porque no volteo de todo su cara). Sus ojos eran verdes con dorados con resplandecían con un poco de diversión. El brillo de sus ojos los acompañaba una pequeña sonrisa de lado.
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secretos de un pasado y presente oscuro, fidelidad traicion, perdidas de memoria
Editado: 27.06.2024