Renacer

Capítulo XII

Capítulo XII 

Propuesta

 

 

Bastián 

 

¿Cómo definirías la vida?

 

Muchos dicen que la vida es solo nacer, crecer, reproducirse y morir, pero para mí la vida son aquellos recuerdos que vas almacenando en tu mente. La definición de vivir son aquellos momentos que marcan un antes y un después, esos que valen la pena, porque te dejaron una lección para toda la vida que te hacen crecer como persona; la vida son experiencias. 

 

Experiencias o recuerdos; pueden ser buenos e incluso malos, culpas almacenadas o sueños sin cumplir. Definir que es vivir puede ser tan complejo que puede llegar a polémica. Considero que todos tenemos opiniones distintas, pero todas son válidas. 

 

En mí caso la vida se ha encargado de golpearme y hacerme pagar por mis idioteces; ella tiene esa capacidad cruda e incluso cruel de enseñarte a las patadas y hacerte sufrir para que abras los ojos, para que aprendas que ese no es el camino, que está metiendo la pata. Pero sinceramente a veces siento que conmigo le gustó ser cruel.   

 

Los años han sido un oceano de experiencias, no puedo negar que he aprendido mucho y que a pesar de que mis errores llevaron a consecuencias terribles, he aprendido a reconocer lo que he hecho mal, he mejorado como persona y la vida no fue totalmente cruel, me regaló a una belleza de niña que me ha alegrado los días triste y me ha enseñado a sonreír de nuevo.

 

Si, he fracasado en muchas cosas, no fui un buen esposo e incluso no soy un buen hijo, pero considero que soy un buen padre, siento que lo he hecho bien con Abby. 

 

Aunque el destino fue cruel conmigo en algunos aspectos, durante estos años me dió otras cosas buenas a cambio: una hija hermosa, fama, dinero, crecimiento profesional. Disfruto de esas cosas buenas que me han pasado y las agradezco, pero aún después de quince años sigo imaginando él cómo sería mi vida si Alex estuviera presente. 

 

Desde que Alex se fue un gran vacío se instaló en mi corazón; nadie más a podido llenarlo y sinceramente ya me he dado por vencido con la idea de que alguien pueda hacerlo. Mi cama seguirá sintiéndose fría y mi corazón permanecerá con el sentimiento de soledad y abandono que ella le ha dejado. 

 

Abby en mi último cumpleaños deseo una nueva madre y aunque suelo darle todo lo que pide creo que en esta oportunidad no podré cumplirle, es tan raro tan sólo considerarlo porque mi mente solo piensa que estaría remplazando lo que alguna vez tuve con Alex. 

 

La verdad es que no pienso buscar a nadie, pero si aparece alguien que logré calentar mi corazón trataré de no resistirme.

 

Me gustaría volver a sentirme enamorado.

 

¿Será imposible pensar en siquiera conseguir tener una relación medianamente parecida a la que alguna vez tuve? 

 

La verdad no lo sé y ni se porque mi mente lleva días pensando en esto, quizás las palabras de Abby me afectaron un poco. 

 

Estoy nuevamente perdido en mis pensamientos llenos de divagaciones, mis dedos se mueven sobre el escritorio haciendo un sonido como de un caballo al cabalgar, definitivamente Abby ha logrado descolocarme un poco con esas palabras, a tal punto de hacerme pensar bobadas cómo estas. 

 

Ahora se ha vuelto común perderme en divagaciones sobre la vida, quizás sus palabras me hicieron ver que la vida se me está yendo entre las manos. 

 

Sacudo mi cabeza para tratar de alejar mis pensamientos así volver al espacio y tiempo real, un suspiro sale de entre mis labios mientras veo la hora en la pantalla de la computadora frente a mí: Son la una de la tarde. Me siento cansado, la cantidad de informes sobre el teclado y los que se reflejan en la pantalla de la computadora solo me causan un dolor de cabeza que va a ser difícil de quitar. A veces es agotador ser el jefe. 

 

Presionó el botón del intercomunicador y en menos de cinco segundos ya tengo respuesta de Liz mi secretaria. 

 

 

—¿Dime Bastian en que puedo ayudarte? —Liz se ha convertido en una trabajadora fiel que incluso puedo llamar amiga. 

 

Ella es de las pocas personas que a pesar de trabajar para mí, también se preocupa por más que los simples balances y de cuánto cobrará a fin de mes; en pocas palabras se preocupa por mí. Es raro esa sensación de saber que hay personas ahí afuera en el mundo que te quieren y desean lo mejor para ti. 

 

A Liz la conocí en la universidad, lamentablemente ella no logró graduarse, pero aún así demuestra cada día que su trabajo es valioso, por ello es mi mano derecha. Nos reencontramos un tiempo después de la muerte de Alexandra, ella la conoció en nuestros tiempos de universidad por ello se preocupa constantemente de mi estado de ánimo, sabe lo que sufrí y que aún no está superado del todo. 

 

 

—Liz el dolor de cabeza me está matando, me podrías traer un café bien cargado eso me ayudará. —En mi voz se nota que no solo el dolor me aqueja, sino el cansancio.

 

Estos días han sido de trabajo duro, el gobierno está fabricando un nuevo artefacto que se puede describir mejor como una especie de teléfono y nos han contratado para hacer la campaña publicitaria para que otros países se animen a comprarlo; no es el tipo de producto al que estamos acostumbrados y sinceramente ha dado más de un dolor de cabeza. 

 

—En 5 minutos el café estará en tu escritorio, toma un break —me responde y me ordena al mismo tiempo, y sin dejarme dar una respuesta cuelga el teléfono. 

 

Las mujeres de mi vida solo les gusta mandarme y preocuparse por mí, pero decido hacerle caso a Liz debo descansar aunque sea quince minutos, llevo todo el día tratando de idear una estrategia para poder presentar el producto, pero la verdad no se me ocurre nada. 



#40153 en Novela romántica

En el texto hay: intriga, drama

Editado: 06.01.2022

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