—Alan... ¡Alan!...—escucha a alguien decir su nombre. Una voz femenina, la misma de la persona que estaba tomando su mano entre las de ella. Sollozando entre lágrimas.—Hijo, por favor despierta...
¿Madre? No puedo abrir mis ojos para verla, no puedo siquiera hablar o moverme . ¿¡Qué demonios me pasa, por qué mi cuerpo no responde!? Mamá... Madre no llores por fa...
Son interrumpidos sus pensamientos, por otra voz; masculina.
—Amor... ya, deja a nuestro hijo descansar tal vez mañana si... despierte.
¿Qué mañana despierte? ¿¡Cuanto tiempo llevo así?!
—No me pidas que me aleje de mi hijo, de mi único hijo. ¡¡Ya han pasado dos días!! Y él... y él...— se escucha entrecortada su voz entre gemidos—no ah des...pertado.
—Lo sé, lo sé cariño... pero a nuestro hijo no le gustaría verte así... Seamos fuertes, por él.—Mi madre soltó mi mano y después de unos cortos minutos escuche como salían cerrando la puerta.
...
—¡Oye! Ya es hora...
Desperté al escuchar aquella voz llamándome, el lugar era en todo su esplendor de color blanco. No se encontraba más nadie ahí, solo yo, en el suelo acostado. Me levanté para recorrer aquel lugar para saber donde estaba, pero vuelvo a escuchar aquella voz que me llamaba a lo lejos...
—¡Oye! Ya es hora...
Con desespero sin saber a dónde, corrí en dirección a la voz desconocida en aquel inmaculado lugar extenso de color blanco. No parecía llegar a ningún lado, sentía que me estaba volviendo loco. Así que opte por seguir mi locura y gritar a la nada.
—¡¿Dónde estás?!... ¡¿Dónde estoy?! ¡¿Es hora de qué?!—sin recibir respuesta aun— ¡¿Quién eres?!
Sentía que alguien estaba detrás de mí... pero solo encontré un espejo de cuerpo completo que se veía a la distancia. Antes que hubiera la posibilidad que desapareciera, a paso veloz fui hacia él. Solo podía ver mi reflejo, resignado di la vuelta.
—Oye...
Al escuchar... ¿mi voz? Quede inmóvil en mi lugar... sentí mi piel erizar al instante. Lentamente voltee mi rostro nuevamente al espejo... Era yo, pero estaba sonriendo. Cuando yo no lo hacía. Con miedo me atreví a decir.
—¿Qui...Quién eres?—está vez me volví frente al espejo.
—Soy tu, ya es hora—respondió "mi reflejo" sin vacilar con expresión seria
—¿Es hora?—sin entender... en mi estado de confusión notoria, no supe que más decir.
¿A que se refiere "mi reflejo" con... ya es hora?
Sentí como mi corazón se aceleró cuando me vi, a mi... mi reflejo sacar su mano por el espejo. Paralizado por tal acción. Con su dedo índice toco mi frente por inercia haciendo que cerrará mis ojos. Volviendo a escuchar las mismas palabras.
—Ya es hora... Búscala
Lo último que escuche fue el sonido del espejo romperse en pedazos.
...
—¡Si amor! Que felicidad que hayas despertado, ahora sé que nuestro bebé podrá ser feliz con sus dos padres juntos— me dijo jazmín con emoción.
Aun no entendía como estaba en ese lugar... lo único que recuerdo es que desperté cuando jazmín, mi novia me estaba besando. Impresionado por la gran noticia que me había confesado hace unos minutos de que voy hacer padre.
— ¿¡Que!?— se escuchó alguien por lo bajo exclamar fuera de la habitación. Provocando que hagamos silencio por un instante.
— ¿Quien está ahí?—Pregunte fugazmente en busca de alguna respuesta. Jazmín se puso algo tensa.
Se termino de abrir la puerta, pudiendo así visualizar a la chica que se ocultaba por su aparente timidez, algo en mi decía saber quien es ella pero me atacó una fuerte punzada de dolor en mi cabeza haciendo que olvidará cualquier pregunta sobre aquella chica desconocida, pero tan familiar al respecto.
¿Qué estaba pasando?, ¿por qué ella está aquí?, siento que algo me falta, pero ¿Qué?...
Ahora mi vista solo estaba en ella que estaba sorprendida al verme, pero su gesto cambio rápidamente concentrándose en mi novia, el lugar se sentía algo tenso... no sabia que pasaba entre ambas pero dedique mi atención a Jazmín al notar que se volvió a mi con una sonrisa algo forzada.
—Amor, ya tengo que irme se me hace tarde nos vemos después... ¿Ok?— solo asentí en forma de confirmación , correspondiendo al beso que ahora estaba en progresó.
Ella se aparto de mi al dar por terminada nuestra despedida, siguiendo su camino hacia la puerta, pasando por el lado de la otra chica. Observo como Jazmín pone una mano en el hombro de la contraria, Jazmín parecía dedicarle algunas palabras pero por el gesto de la chica no parecía agradarle las palabras de mi novia... Parecía que estaba debajo de un pequeño trance después que salio Jazmín. Con el cual decidí terminar.