Capítulo 15 — El Despertar del Caos: La Caída del Primer Bastión.

📖 Capítulo 15 — El Despertar del Caos: La Caída del Primer Bastión

El aire estaba denso, cargado de una magia inquietante. Auren sentía cómo su cuerpo temblaba ante la reacción de la magia que había invocado. El Leviatán no había desaparecido; no, su poder había mutado, tomando una forma diferente, más oscura, más peligrosa.

La tierra retumbó, y el cielo se oscureció aún más. Desde el horizonte, una gigantesca figura emergió: el primer bastión del caos, una fortaleza flotante de obsidianas negras y estructuras irregulares, como si fuera un monstruo hecho de piedra y metal. El Leviatán, al parecer, había dejado su huella en el mundo, no solo a través de su magia, sino también manifestándose de manera física.

Auren, aunque había logrado resistir su control, sabía que el Leviatán ya no podía ser contenido. La batalla había comenzado, y no solo con el Leviatán.

Al caminar hacia el borde del acantilado de la Academia, Auren vio cómo las fuerzas del caos tomaban forma en el aire, desbordándose desde las grietas que el Leviatán había dejado en el tejido de la realidad. Bestias marinas de oscuridad, con escamas que reflejaban la luz de manera antinatural, se elevaban del océano cercano. Criaturas aladas, con ojos de fuego, descendían desde las alturas, y entre ellas, un espíritu oscuro, cuyas facciones se distorsionaban con cada parpadeo.

Pero el más aterrador de todos era el Leviatán mismo, cuyas gigantescas garras emergían de la distancia, formando remolinos de destrucción a su paso. Era una manifestación de pura furia, y Auren sabía que debía enfrentarse a él, ya fuera en cuerpo o en espíritu.

Un destello de luz apareció a su lado, y Auren giró, encontrando a Kael, su protector y aliado. Su rostro estaba grave, pero sus ojos reflejaban una determinación inquebrantable.

—No estás sola en esto. —Su voz era un susurro cargado de poder—. Hemos esperado este momento. Ahora, debemos unir nuestras fuerzas..

Auren asintió, reconociendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Kael había estado con ella desde el principio, pero lo que venía no podía ser enfrentado con magia ordinaria.

—¿Crees que podremos detenerlo? —preguntó Auren, el miedo asomando brevemente en su voz.

Kael extendió su mano, y una energía arcana comenzó a envolverlos. La magia que compartían se unió en un vínculo que no solo era fuerte, sino también un reflejo de su vínculo personal.

—Juntos, tenemos una oportunidad. —Su tono era suave, pero resoluto—. Este no es solo tu combate. Es nuestro..

Auren observó el bastión flotante que avanzaba hacia la Academia, y por un momento, sus pensamientos se cruzaron. Había sido débil antes. Pero ahora, sentía una conexión más fuerte que nunca con los seres que amaba y con su propio poder.

—Vamos a hacerlo. —Auren asintió, sus ojos centelleando con una resolución fría. No podemos esperar más..

Un grito estruendoso resonó desde el bastión flotante, y la tierra tembló con la fuerza de su impacto. Los primeros atacantes cayeron sobre la Academia como una tormenta, y Auren, con su magia renovada, extendió sus manos, invocando las fuerzas que ahora dominaba. Su cuerpo comenzó a irradiar una luz arcana, mientras una energía oscura se entrelazaba con la luz, creando una tormenta mágica que sacudía el aire a su alrededor.

Kael levantó una barrera de energía, defendiendo a Auren de las primeras oleadas de ataque, mientras ella comenzaba a formar un círculo protector alrededor de la Academia, usando su magia antigua. Pero sabía que no podían mantenerse a la defensiva por mucho tiempo.

De repente, la tierra se agrietó bajo sus pies. Un rayo de energía oscura atravesó el aire, dirigiéndose hacia Auren con una velocidad imparable. En un movimiento instintivo, Kael se adelantó, absorbiendo el impacto con un escudo de luz.

—¡No te arriesgues! —gritó Auren, pero Kael sonrió débilmente mientras la magia envolvía su cuerpo.

—No tengo otra opción. —Su voz era grave, casi como un susurro—. Eres lo único que queda. No dejes que el Leviatán te controle. Lucha por ti misma. Lucha por todos..

La luz en su interior brilló más fuerte que nunca, pero también sabía que la batalla era apenas el comienzo. El Leviatán y las fuerzas del caos no iban a ceder tan fácilmente.