Capítulo 18 — El Último Umbral: Entre Sombras y Esperanza.

📖 Capítulo 18 — El Último Umbral: Entre Sombras y Esperanza

La batalla contra la entidad oscura había dejado su huella, pero Auren no podía permitirse descansar. El costo de haber desatado la magia ancestral y la oscuridad comenzaba a hacerse más claro en su alma. La luz y la sombra seguían luchando por el control de su ser, y aunque había salvado la Academia por ahora, los ecos de lo sucedido resonaban profundamente en su interior.

Kael no la dejaba sola ni un momento, siempre vigilante, pero su preocupación era evidente. Cada vez que miraba a Auren, veía algo en sus ojos, algo que no estaba allí antes: una sombra en su alma.

—Auren, ¿cómo te sientes? —preguntó, con un tono suave, mientras caminaban por los pasillos de la Academia, alejándose del campo de batalla.

Auren lo miró, sus ojos brillando con una intensidad oscura, pero también con una determinación que nunca antes había mostrado.

—Estoy… bien. —respondió, aunque sabía que las palabras no reflejaban por completo lo que sentía. La verdad era que algo dentro de ella se estaba quebrando. La lucha interna entre la luz y la oscuridad era cada vez más intensa. No sabía cuánto tiempo podría mantener el equilibrio.

El espíritu ancestral había advertido sobre los riesgos de su poder, y Auren empezaba a temer que hubiera perdido algo de sí misma al tratar de equilibrar esas dos fuerzas.

En el horizonte, una nueva amenaza se alzaba. Un nuevo líder oscuro había comenzado a tomar forma en los rincones más remotos del mundo, y con cada grano de poder que Auren desataba, esa oscuridad parecía crecer más fuerte. Auren podía sentirlo, un presagio en el aire. Algo venía, algo que pondría a prueba no solo su fuerza, sino su humanidad.

—Lo sé. —dijo Kael, interrumpiendo sus pensamientos. —Pero tenemos tiempo. Mientras estemos juntos, no dejaremos que nada te arrastre hacia la oscuridad.

Auren sonrió débilmente, agradecida por su apoyo, pero sabía que el verdadero desafío estaba por llegar. Si no encontraba una forma de controlar esa magia, todo lo que había construido podría desmoronarse.

Al día siguiente, un misterioso mensaje llegó a la Academia: un nuevo enemigo había comenzado a reunir fuerzas en las tierras más al norte, un ser cuya magia ancestral rivalizaba con la propia de Auren. El sombrío señor de las tormentas, un antiguo ser cuyo nombre ni siquiera las leyendas recordaban. Su poder era tal que podía manipular el clima, y rumores decían que controlaba a criaturas marinas olvidadas, serpientes de mar gigantescas que habían estado dormidas durante siglos.

La noticia recorrió rápidamente la Academia. Los profesores se reunieron con urgencia, y Kael se acercó a Auren, un destello de preocupación en sus ojos.

—Esto va más allá de lo que pensábamos. —dijo Kael. —Este ser… no es solo una amenaza física. Es alguien que sabe manipular la magia de manera tan compleja que podría corromper la mente de cualquier ser, incluso de aquellos como tú..

Auren asintió, sintiendo un nudo en el estómago. Sabía que este enemigo no solo era fuerte, sino también inteligente. Algo le decía que su propia magia oscura lo conectaba de alguna forma con ese ser, tal vez incluso lo había despertado sin darse cuenta.

—Entonces, debemos ir a enfrentarlo. —dijo Auren, decidida. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras la oscuridad crece..

Kael la miró con seriedad. Sabía que, aunque Auren no lo admitiera, las fuerzas dentro de ella ya la estaban transformando, y cada paso hacia este nuevo enemigo era un paso más hacia la oscuridad.

—Auren… hay algo que no te he dicho. —comenzó Kael, su tono grave. —Tu poder está creciendo, pero con él, también lo hace el riesgo. La magia oscura tiene una voluntad propia. No sé cuánto control podrás mantener sobre ella si seguimos adelante..

Auren lo miró, un destello de frustración cruzó sus ojos.

—Lo sé, pero no puedo simplemente huir de ello, Kael. —dijo con firmeza. —Mi destino está sellado. Este es el único camino..

Antes de que Kael pudiera responder, un temblor recorrió la tierra. El aire se cargó de energía oscura, y de repente, una visión llegó a Auren. Una imagen clara y vívida del sombrío señor de las tormentas, de su gran torre flotante, y de las criaturas marinas que se alzaban desde las profundidades del océano, dispuestas a desatar su furia sobre el mundo.