📖 Capítulo 24 — La Heredera del Abismo: El Camino del Poder
La figura de la Guardiana del Abismo permanecía frente a Auren, su presencia abrumadora. A pesar de la calma aparente en su rostro, había algo en su mirada que destilaba sabiduría antigua, como si hubiera estado observando todo desde las sombras mucho antes de que Auren siquiera naciera. La atmósfera se cargaba con una magia oscura palpable, y aunque Auren intentaba mantener la compostura, la presencia de la Guardiana comenzaba a desbordar sus nervios.
Kael, que permanecía a su lado, se adelantó ligeramente, su cuerpo tenso, listo para cualquier movimiento. La figura, sin embargo, no mostró ninguna intención hostil, sino que observaba a Auren con una sonrisa tenue, casi como si esperara una respuesta.
—Soy la Guardiana del Abismo, como ya lo has deducido. —dijo la mujer, su voz suave pero con un eco profundo que parecía resonar en lo más profundo del ser de Auren. —Y tú, Auren, has sido elegida como mi heredera..
Auren frunció el ceño, sorprendida por la revelación. No entendía lo que la mujer quería decir con heredera. Había sellado la oscuridad dentro de sí misma, sí, pero ¿cómo podía ser la sucesora de algo tan antiguo y temido?
—¿Heredera? ¿De qué estás hablando? —preguntó Auren, con la voz firme pero cargada de confusión.
La Guardiana suspiró, como si estuviera esperando una respuesta mucho más profunda. Se acercó lentamente, su paso etéreo y casi sin sonido.
—La oscuridad que has sellado, Auren, no es solo un poder destructivo. —dijo con calma. —Es una fuerza primordial que ha existido desde los primeros días del mundo. Aquellos que la poseen tienen el poder de moldear la realidad misma, pero también conlleva un gran precio..
Auren sintió una presión en el pecho. El precio... ya había pagado mucho para contener la oscuridad, pero ¿a qué se refería la Guardiana con ese precio?.
—No es solo magia oscura, Auren. Es la clave de todo lo que está por venir. Tú, al haberla aceptado y sellado dentro de ti, has hecho un pacto ancestral. —continuó la Guardiana. —Pero aún no sabes todo lo que eso implica..
Kael miró a Auren, su rostro reflejando tanto preocupación como una creciente sensación de inseguridad. No entendía completamente lo que la Guardiana estaba diciendo, pero sentía que algo estaba cambiando en Auren, algo que ella misma aún no comprendía.
—¿Qué quieres de ella? —interrumpió Kael, su tono firme pero cauteloso. —Auren ya ha hecho más que suficiente. No está dispuesta a ser usada..
La Guardiana lo miró con una sonrisa tranquila, pero su mirada volvió a centrarse en Auren.
—No quiero nada de ella. —dijo con suavidad. —Solo quiero que entienda lo que ha hecho. Tú has sellado la oscuridad, sí, pero también has aceptado el legado de quienes han venido antes. Eres la nueva Guardiana, la única capaz de mantener el equilibrio entre la luz y la oscuridad..
Auren sintió una oleada de miedo recorrer su columna. Guardiana del Abismo... ¿ella? ¿Era realmente capaz de controlar algo tan inmenso?. Miró a Kael, quien la observaba con los ojos llenos de preocupación y amor, pero también sabía que no podía escapar de este destino. La magia oscura era parte de ella, y si no aprendía a dominarla, los efectos serían devastadores.
—Pero... no quiero ser esto. —dijo Auren con voz quebrada. —No quiero ser la guardiana de la oscuridad. ¿Por qué yo?.
La Guardiana del Abismo se acercó a Auren, sus ojos llenos de compasión y una sabiduría que parecía tan antigua como el tiempo mismo.
—Porque tú ya lo eres. —respondió. —No es cuestión de querer o no. Es cuestión de aceptar lo que eres. La oscuridad te ha elegido, y tú la has aceptado. El poder que resides en ti es una bendición y una maldición, pero solo tú decides cómo usarlo..
Auren, con el corazón acelerado, asimilaba cada palabra, sabiendo que no había vuelta atrás. La Guardiana no le ofrecía una opción, solo la realidad de lo que acababa de hacer.
La noche cayó por completo mientras Auren permanecía allí, asimilando el peso de las palabras de la Guardiana. El futuro de Auren no solo dependía de la magia que llevaba dentro, sino también de cómo aceptaba su destino.
Kael permaneció a su lado, sin decir una palabra, pero con un abrazo silencioso que transmitía todo lo que no podía expresar. La oscuridad seguía estando en su interior, pero ahora había algo más: un vínculo, una responsabilidad que no podía evadir.
#2748 en Fantasía
#511 en Magia
reencarnación, romance acción drama fantasia aventura, seres marinos y hombres bestias
Editado: 03.09.2025