Capitulo 4: Espíritu de venganza(4)
Los sonidos de pájaros cantando despertaron a Kofa quien estaba dormido con saliva escurriendo de su boca.
Al despertarse miro alrededor de manera tonta y de inmediato recuperó la mirada aguda, sin perder tiempo se levantó para ponerse calzado.
Estando listo, volvió a comer un poco de cecina, pero había olvidado taparla y como resultado ahora estaba con un sabor a cucaracha. Aún comió la comida sin dudarlo.
Llenando el estómago y tomando agua, salió del escondite y camino con cuidado de regreso al pueblo. Aún tiene la esperanza de que esos tipos se hayan ido del pueblo a buscarlo.
Antes de llegar, observo mucho humo y olor a quemado proveniente de la aldea, sin dudarlo corrió directo a la aldea. Cuando estaba por llegar miro con horror como en la entrada de la aldea ahora derrumbada se encuentra una marea de cuerpos de aldeanos sin cabeza y empalados en una estaca. Lo que lo asustó aún más fue ver a los caballeros colgados y abiertos del pecho sin órganos, como si de animales se tratarán y en la entrada haciendo guardia se encuentra una criatura de leyendas, un minotauro. Un maldito hombre toro sosteniendo una espada larga de hierro y a los pies ya se una mujer completamente desgastada con las entradas salidas.
No se nesecita ser un experto para saber que paso, lo que sufrió a manos de esa criatura.
Kofa se olvidó de respirar, mirando a la gigantesca criatura de dos metros que arranco una pata de la mujer para comerlo. Se sintió entumecido, nunca hubiera pensado que esto pasaría. Todos fueron aniquilados como animales por estos monstruos, no. Demonios habían aparecido.