CAPITULO 5
A lo lejos se escucharon las campanas de la iglesia anunciando la navidad o el nacimiento de Jesús. Al mismo tiempo que se escuchaba un fuerte trueno en el cielo iluminando la oscuridad con varios colores, Sofía busco a su sobrino con la mirada hasta que lo encontró camino hacia él, Ximena al ver a su madrina acercarse se levantó y corrió a abrazar a su madre y hermanos, Matthew solo observaba como los invitados se abrazaban entre sí.
-Matthew ven –dijo ella acercándose al joven y dándole un fuerte abrazo-. Feliz Navidad o ¿Tengo que decir Merry Christmas?
-No lo sé tía, creo que Feliz Navidad está bien. ¿Por qué se abrazan? –pregunto el chico curioso cuando ella lo soltó.
-Nos deseamos felicidad. Anda ve a darles un abrazo a los invitados. –Matthew camino con rumbo a la primera persona a su derecha y empezó a felicitar a los invitados.
Matthew felicito a casi todos, solo una persona faltaba, esa persona que alegraba sus mañanas con sus ocurrencias y su alegre forma de ser: Ximena. El joven busco con la mirada a la chica hasta que la encontró, ella estaba entrando a la cocina, él la siguió.
-¿Y mi abrazo? -dijo Matthew detrás de Ximena quien casi soltó el vaso de bebida que llevaba en las manos.
-¡Me asustaste Matthew! -dijo ella llevándose una mano al pecho, ella lo miro él tenía los brazos abiertos, Ximena dejo el vaso en la mesa para abrazarlo, el cerro sus brazos alrededor de su delgado cuerpo. El corazón de ella comenzó a latir rápidamente temiendo que él pudiera escuchar sus latidos se separó de él para regresar a la fiesta, Matthew la agarro de la mano y miro a todos lados para asegurarse que nadie los viera. La jalo hacia él y planto un corto beso en los tibios labios de la adolescente, regalándole su primer beso para después soltarla. Ella lo miro con una sonrisa en los labios, tomo el vaso y se fue del lugar.
Matthew no podía creer lo que acababa de hacer, recordar el delicado cuerpo de Ximena entre sus brazos, el sentir los suaves labios de ella hacia que en su estómago volaran no solo mariposas hasta pájaros también.
-¿Ximena no has visto a Matthew? –pregunto Sofía a la chica cuando salió de la casa.
-Sí, madrina lo vi en la cocina –contesto rápidamente paras irse y no notara el rubor en sus mejillas.
-Gracias hija, ¡Matthew! –Sofía entro a la cocina llamando a su sobrino, este apareció en el umbral de la cocina con una taza de ponche caliente. El pueblo era tropical pero las noches de invierno eran frías.
-Si tía.
-Ven ayúdame a repartir esto –ella le dio una charola con varias copas mientras ella llevaba una botella en las manos- ¡es hora de brindar!
Ximena al ver que salieron de la casa fue ayudar. Entre los dos jóvenes se repartieron las copas que Sofía lleno de vino, la madre de Ximena ayudo a repartir refresco para los menores.
Sofía levanto su copa para brindar y desearles Feliz Navidad y agradeciendo su presencia.
Terminado el brindis Sofía y Matthew salieron de la casa con una caja con bolsas llenas de dulces y frutas de temporada
-Estos aguinaldos son para que se los des a los niños y jóvenes como tú –Le dijo a su sobrino.
-Yo repartiré esto a los adultos –ella llevaba varias cajitas de galletas.
Ambos salieron de la casa para repartir los aguinaldos y galletas.
-Ximena ten –la joven fue la última en recibir su aguinaldo- antes de que te vayas te veo en la cocina. –le dijo antes de seguir con rumbo a la casa.
La fiesta seguía, Matthew escuchaba a los invitados hablar del cambio de Sofía, todos coincidían que ahora se veía con vida, los invitados se fueron uno a uno. Matthew subió a su recamara y regreso con un obsequio, se quedó dentro de la casa hasta que entro Ximena.
-Toma Feliz Navidad –ella tomo el regalo fascinada con el detalle.
-Gracias no debiste molestarte, yo no te traje nada.
-No es molestia. Además me has dado más de lo que te imaginas.
-¿Yo? ¿Que podría darte? –preguntaba con las manos a sus costados.
-Tómalo es para ti, si no lo haces me molestare contigo –le dijo Matthew amenazante.
-Está bien, -Ella tomo el presente con la cara llena de alegría- Ya me voy, nos vemos después –ella se acercó a Matthew para dejar un beso en sus labios antes de irse corriendo al lado de su familia.
Sofía cerro el portón de la casa al irse su comadre con su familia, Matthew la esperaba sentado en el jardín.
-Vamos a dormir ya es tarde. –Los dos subían las escaleras casi arrastrando los pies- Seguramente estás cansado. Al menos yo sí.
-Sí tía, hasta mañana -se despidió antes de abrir la puerta de su recámara, entro y cerró tras de él, como cada noche tomo el retrato de sus padres y lo abrazo- Papá, mamá feliz navidad. ¿Saben? Hoy me divertí mucho, las piñatas son divertidas solo cuando les pegas, la cena estuvo muy rica, yo ayude a prepararla nos quedó bien. Papá no sabes que sola vivió mi tía todo este tiempo, dicen que ahora está mejor, debo contarles que hoy me atreví a besar a Ximena y ella me beso a mí, eso quiere decir que le gusto ¿verdad? – Volvió a colocar el retrato en la mesita, cerró los ojos y se durmió profundamente.