Renacidos: Los ocho reinos

Capítulo 25.

Dos días después...

 

          - ¿Estáis todos listos? - preguntó Eldar a sus amigos.

          - Sí - respondieron todos a la vez.

Después de preparar todo y montar en sus caballos (excepto Loan y Yaira).

          - ¿Seguro que no queréis subir? - preguntó Winnie un rato después de que salieran del Reino Élfico.

          - Yo estoy bien - dijo ella - ¿De qué me servirían mis alas si no puedo usarlas?

          - Y yo, al fin y al cabo, soy un vampiro.

El principio del trayecto fue relativamente tranquilo, excepto por las peleillas puntuales etnre Anna y Shawn. Las discursiones entre ellos ya eran costumbre en el grupo y, como casi siempre, Eleein era la que los calmaba. Ella sabía que aquél viaje les cambiaría la vida, sobre todo a ella, y tenía miedo, lo reconocía.

          - ¿Como os conocisteis? - preguntó Yaira a Winnie y Eldar, lo que la devolvió a la realidad.

          - ¿Nosotros? - contestó la sirena - Es una larga historia.

          - Contarla, así por lo menos nos entretenemos hasta que lleguemos a Windark.

          - Fue hace... ¿20 años? - preguntó Eldar.

          - 21, para ser exactos - corrigió Winnie -. Nos conocimos porque fuimos aliados en la gran guerra. Desde aquello fuimos muy amigos.

          - Bueno, al principio tú eras muy fría y distante, pero al final conseguí ablandar tu caparazón - dijo Eldar orgulloso.

          - Sigo siendo fría y distante, no has ablandado nada. No te eches flores.

Todos se rieron, hasta de los labios de ella asomó una pequeña sonrisa que se fue al instante.

          - ¿Cuántos años tenéis? - preguntó Rigorg.

          - Yo ya he perdido la cuenta - dijo Eldar -, pero más de 200 seguro.

          - Yo 27 - añadió Anna.

          - 198 - dijo Winnie orgullosa.

          - ¡¿198!? Aparentas 20 - se sorprendió Yaira -. Yo tengo 22.

          - Yo 25 - dijo Shawn.

          - Y yo 28 - siguió Rigorg.

          - 526. Ja, os gano a todos - sonrió Logan.

El grupo estalló en carcajadas y empezaron a contar uno por uno sus aventuras y anécdotas. 

 

Unas horas después...

 

Las tripas de Anna comenzaron a sonar y todos pusieron sus miradas sobre ella.

          - Perdón - agachó la mirada -, es que tengo hambre.

          - Paremos a comer - sugirió Winnie.

Esta intentó bajar de su caballo, pero uno de sus pies se enganchó y calló de espalda. Cerró los ojos esperando el golpe, pero en su lugar calló sobre algo blando. Abrió lentamente los ojos y vio que Logan la tenía en brazos. Notó como sus mejillas se calentaban y consiguió librarse de su agarre antes de que él pudiera ver su cara enrojecida.

          - ¿Estás bien? - preguntó el vampiro.

          - Sí... Gracias. - contestó ella con timidez.

El resto del grupo bajaron de los caballos y se hicieron a un lado del camino. Rigorg, Eldar y Logan fueron a coger leña para hacer un fuego y así poder cocinar los alimentos mientras que Winnie, Yaira, Shawn y Eleein quitaban todo de sus mochilas.

Ya habían pasado casi medio día desde que salieran de palacio y calcularon que se encontraban cerca de la frontera con Windark.

          - Ya está anocheciendo, acamparemos aquí y mañana temprano cabalgaremos hacia el Palacio Oscuro, ya que no queda mucho para llegar - dijo Eldar cansado y con el estómago ya lleno después de comer.

          - Buena idea - dijo Shawn ya tumbado cómodamente en la hierba.

Anna y Winnie hicieron lo mismo, y Logan en menos de un segundo ya estaba recostado en una de las ramas de un Roble cercano.

          - Qué? - dijo él observando a sus compañeros perplejos - Me gustan las alturas.

Todos se rieron y al poco de acomodarse cada uno al rededor del fuego se durmieron, excepto Eldar y Eleein.

La chica suspiró ya que no conseguía conciliar el sueño. Tenía tantas cosas en la cabeza que era imposible. El elfo la escuchó y se acercó a ella sigilosamente para no despertar a los demás.

          - ¿Estás bien? - susurró él en su oído.

          - Sí, no te preocupes - sonrió -. Es que estoy nerviosa, nunca he luchado antes en una pelea real, ya sabes...

          - Tranquilízate, eres una de las mejores luchadoras que he conocido nunca. Te lo digo de verdad, no te pasará nada.

          - Eso espero - suspiró la joven de nuevo.

          - Intenta dormir, tenemos que estar llenos de energía para mañana. 

Ella asintió lentamente con una sonrisa. Poco a poco sus ojos se fueron cerrando hasta que quedó completamente dormida. Eldar depositó un suave beso sobre su frente y se acurrucó a su lado para después abrazarla.

          - Buenas noches, mi amor - dijo justo antes de quedarse él también dormido.

 

Al día siguiente...

 

          - ¡Despertad dormilones! - Gritó Winnie que ya llevaba bastante rato levantada.

La mayoría de ellos soltaron pequeños gruñidos o ruiditos justo después, pero al poco tiempo todos estaban ya de pie.

Recogieron el campamento en poco tiempo y retomaron el camino.

El aire cada vez era más gélido y unos nubarrones grises empezaban a cubrir el cielo, y un par de horas después la enorme ciudad se elevaba ante ellos. Justo encima de una colina al fondo del paisaje se encontraba el palacio rodeado de montañas rocosas.

          - Esto es más deprimente de lo que pensaba - dijo Yaira al ver los oscuros edificios.

          - Te acabas acostumbrando - añadió Logan.

Avanzaron lentamente rodeando la ciudad hacia una arboleda cerca de la colina del palacio.

          - Dejaremos aquí los caballos y el equipaje - anunció Eldar -. Comeremos y posteriormente entraremos en el castillo, ¿vale?



#622 en Fantasía
#3024 en Novela romántica

En el texto hay: fantasia, amor, aventuras

Editado: 07.01.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.