Renacidos: Los ocho reinos

Epílogo.

Ocho meses después...

 

Todo volvió a la normalidad después de la gran aventura, aunque con pequeñas diferencias. Ahora Eleein tenía una hermana con la que compartía la casa y la ayudaba en el negocio. Logan y ellas se habían vuelto muy buenos amigos y Rufus estaba encantado de tenerlo en su casa. El pueblo en poco tiempo acogió a los dos forasteros y al poco tiempo ya los trataban como de la familia. Además de todo eso la barriga de Eleein había crecido con el tiempo y ahora no era capaz de ver ni sus propios pies. Todos la habían felicitado ya por su embarazo y casi todos los días le traían algún regalo al bebé. Este día no fue una excepción...

          - Se lo digo en serio Margarita, no hace falta que traiga más regalos - insistió Eleein -. Es muy amable, pero ya no me queda más espacio en casa.

          - Te prometo que no traeré más, pero acepta este último, por favor.

          - Está bien - dijo la chica con una sonrisa -. Se lo agradezco.

La señora salió del local con una gran sonrisa y Eleein volvió a la barra.

          - ¿Otro regalo? - preguntó Logan, el cual estaba dejando una bandeja vacía encima del mostrador. Él les ayudaba con el negocio como camarero la mayoría de los días.

          - Sí. Hoy ya llevo dos - ambos se rieron, pero la risa se vio interrumpida por un fuerte dolor en la parte baja del vientre de la chica. Ella dio un pequeño quejido y Logan la agarró.

          - ¿Estás bien? - preguntó el vampiro visiblemente preocupado.

          - Ayúdame a subir a mi cuarto y dile a Luciana que avise a Rufus para que valla a buscar al médico.

Él asintió y como ella le pidió la ayudó a subir. Se acostó en la cama y otra ola de dolor apareció. Logan no esperó y bajó corriendo las escaleras hasta la cervecería para avisar a sus amigos, los cuales llegaron en menos tiempo del esperado.

Media hora después Luciana estaba a un lado de la cama agarrando la mano de su hermana mientras esta empujaba. Poco después los gritos de Eleein cesaron y fueron substituidos por el llanto del recién nacido. El médico alzó al bebé y rodeó la cama para entregárselo a su madre, la cual lo sostuvo con delicadeza.

          - Es un niño - dijo la joven madre sonriendo.

          - ¿Cómo se va a llamar? - preguntó Luciana.

          - Se llamará Eldon.

 

CONTINUARÁ EN EL SEGUNDO LIBRO:

"RENACIDOS: LA ESPADA DE PLATA"

 

· Nota de la autora:

Y llegó el final de el primer libro. En serio, muchísimas gracias a todos vosostros por haber leído hasta el final y os prometo que no os decepcionaré con el siguiente. Este está lleno de aún más amor, más secretos y muchísima aventura. Os quiero con todo mi corazón y espero que le deis me gusta a esta historia.

Chica Mortal

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En el texto hay: fantasia, amor, aventuras

Editado: 07.01.2020

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