Perdiste la cuenta
De cuantas mariposas
Dejaste ir por no ser suficiente para mirar
Hasta que llegó una en particular
No te convirtió en amante emprendido
Pero si revolucionó tus pensamientos
Y te dio un motivo para luchar
A tal punto
De querer partir al horizonte
Entre la oscuridad
Con el deseo de corromper
Su extraña pureza
Para fundirse en una marea de sueños rotos
Con la posibilidad de quemar el último
gesto de humanidad
Pero no pudiste con ella
Porque el capricho se entrevió
Entre tus latidos
Irónicamente
La culpaste a ella
Por no merecerte
Pero déjame decirte
Que ella libre decide
sin tomar fragmentos podridos
Y si realmente la hubieses querido
la hubiese valorado hasta por sus defectos
Y no por su
Bello cuerpo
Porque la inteligencia y fortaleza
Montada en la mujer estaba
Y por subestimarla
Tomó las riendas de su vida
Sin esperar que te subas en ella