Alrededor de su cuello, había un collar de plata con un gran jade y sus pendientes de oro también eran demasiado grandes como para ignorarlos. Aparentemente la mujer estaba mostrando su riqueza.
Un tiempo después Gu Ning no pudo evitar reírse.
El rostro de la mujer cambió un poco de ira: -”¿De qué te ríes?”.
-”¡Por supuesto ya que eres tan rica!, ¿por qué sigues usando una pulsera falsa y jade”. Respondió Gu Ning claramente.
Si, la pulsera y el jade alrededor de la muñeca y el cuello de la mujer eran falsos. Gu Ning tenía la intención de absorber el poder de las joyas de la mujer, pero había fallado porque no eran auténticas.
En cuanto al oro Gu Ning apenas lo sabe, pero el anillo de la mujer era auténtico.
Gu Ning entendió que la mujer probablemente no sabía que la mayoría de sus joyas eran falsas. Lo hizo a propósito para devolverle el dinero a la mujer.
Gu Ning admitió que no era paciente y que ya no se quedaría callada.
-”¿Qué dijiste?”, la mujer estaba enfadada y se sintió avergonzada al momento.
Esas joyas eran de su esposo que era un hombre súper rico. ¡Cómo pueden ser falsos!.
¡Y frente a ella solo había una pobre niña que no sabía nada en lo absoluto!.
-”¡Caramba!. Callate la boca, estás celosa”.
Gu Ning mantuvo la calma en su lugar.
-”Lo crea o no, hay un tasador de joyas en cada joyería y puede probarlo usted mismo. Ahora si me disculpan tengo algo más que hacer”. Gu Ning se dio la vuelta y se fue.
-”Tu... “ La mujer no quería dejar ir a Gu Ning, pero fue detenida por otra mujer a su lado.
-”Dejala ir, ella es una simple chica pobre y será mejor que nos mantengamos alejados de ella”.
La mujer inmediatamente se puso a hablar, comportándose como si fuera una verdadera realeza.
Ella le dijo a la espalda de Gu Ning con desdén: -”No me importan en absoluto los pobres!”.
Luego, volvió a concentrarse en el jade.
Sin embargo, las palabras de Gu Ning se quedaron en su mente y quería identificarlas ella misma.
Del otro lado, Shao Feifei estaba en la entrada de la joyería esperando a Gu Ning. También había presenciado todo lo que acababa de suceder en el interior.
Al ver salir a Gu Ning, Shao Feifeo criticó: -”¿No es interesante?. No puedes permitirte una pieza tú mismo y estas celosa de los ricos”.
-”Si tu puedes pagarlo, ¿por qué no te comprás una pieza ''. Gu Ning contestó.
-”Usted….”
Shao Feifei se sintió humillada, porque Gu Ning había dado en el clavo.
Aunque Shao Feifei nació en una familia rica con millones de riquezas, todavía no podía pagar por ella misma.
Las joyas costaban decenas de miles de yuanes cada una, mientras que ella solo tenía una cantidad de dinero al mes de varios de miles de yuanes. Además gastaba mucho cada mes y no le quedaba dinero para una joya.
Ella había ido hoy solo porque su cumpleaños estaba a la vuelta de la esquina. Quería elegir su regalo de cumpleaños y su madre se lo compraría.
Gu Ning ignoró a Shao Feifei y se fue.
Aunque a Shao Feifei no le gustaba la sensación de fracaso, no tenía idea de cómo defenderse.
Shao Xue era la prima de Shao Feifei, contuvo la respiración en caso de que su prima desahogara su ira con ella y lo que había sucedido antes.
Shao Xue hizo eso solo porque su familia necesitaba las fuentes de la familia de Shao Feifei.
Gu Ning fue directamente al mercado de antigüedades después de que ella dejará la joyería.
Tardó media hora en el autobús para llegar al mercado de antigüedades desde el centro. Cuando finalmente llegó era alrededor de las tres de la tarde.
El mercado de antigüedades, también conocido como “El Mercado Viejo”. Solo los objetos antiguos se llamaban antigüedades.
El mercado de antigüedades había sido popular muchos años y había mucha gente visitando la calle de antigüedades, la mayoría eran hombres de mediana edad o ancianos.
Gu Ning apenas vio a los jóvenes en la calle, especialmente a una estudiante de su edad. A pesar de que había adolescentes o iban acompañados de sus padres o daban vueltas.
Entonces, cuando Gu Ning pasó por las gradas nadie le prestó atención.
A ambos lados de la calle había innumerables puestos con numerosas comodidades, sin embargo las antigüedades auténticas seguían siendo raras.
Tanto las antigüedades como el jade eran negocios de alto riesgo. La regla táctica en esta industria fue: “No contra la falsificación”. Pagó y obtuvo los productos en el lugar sin ningún servicio posventa.
Si tuvieras la suerte de conseguir uno auténtico y serías rico de la noche a la mañana, o de lo contrario estarías arruinado.
Gu Ning caminó lentamente, porque se sentía agotada después de haber usado sus Ojos de Jade por un corto tiempo. Necesitaba tomarse un descanso antes de continuar.
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Editado: 31.12.2021