Renacimiento de la mujer de negocios del campus

Capítulo 26: Leng Shaoting

Normalmente Gu Ning estaba en casa 20 minutos antes y ahora Gu Man estaba preocupada por ella.

Gu Ning instantáneamente consoló a su madre. -”Mamá, déjame explicarte, mi compañera de clase se ha torcido el tobillo por accidente y la voy a enviar a su casa ahora por favor no te preocupes, regresaré enseguida a casa mientras ella esté en su casa”.

Al escuchar eso Gu Man se sintió aliviada, ella siempre confió en su hija. -”Genial y debes tener cuidado” dijo Gu Man.

-”Lo haré, adiós mamá” dijo Gu Ning y ella exhaló un largo suspiro.

Gu Ning no se dio cuenta de que el hombre de atrás estaba un poco molesto y envidioso mientras hablaba con su madre.

Fenghua Luxury Mansion era la mejor zona para vivir en City F, estaba cerca del centro, era tranquila, tenía la mejor ubicación, las comodidades y el medio ambiente. Las personas que vivían en Fenghua Luxury Mansion eran los ricos o las autoridades.

El tío mayor de Gu Ning, Gu Qingxiang siempre había querido comprar una casa en Fenghua Luxury Mansion pero era demasiado caro para pagar.

Cada casa cuesta al menos cinco o seis millones de yuanes.

Aunque Gu Qingxiang tiene millones de riqueza no podía permitírselo.

Los activos de Gu Qingxiang incluían sus bienes muebles e inmuebles, mientras que sus bienes muebles eran sólo alrededor de ocho millones. También necesitaban mucho dinero para administrar su empresa, si usaba el dinero para comprar una casa su empresa iría a la quiebra.

Gu Ning por el contrario, había decidido comprar una casa para su madre y para su tía en Fenghua Luxury Mansion.

Gu Ning era un conductor hábil, condujo rápido y de manera constante.

Veinte minutos después llegaron a Fenghua Luxury Mansion.

El hombre se bajó del auto en el momento en que se detuvo.

-”Conduce el coche de regreso a donde estaba, yo me ocuparé de las cámaras de vigilancia y no necesitas preocuparte”, dijo el hombre, luego se dio la vuelta y caminó hacia la puerta.

A Gu Ning no le importaba que el hombre estuviera siendo frío, sabía que esa era la forma en que se comportaba el hombre.

Además, eran simplemente extraños.

Gu Ning condujo el coche de regreso después.

Otros 20 minutos más tarde, Gu Ning estaba de regreso mientras los matones ya se habían ido.

Gu Ning no tenía idea de si esos matones se habían despertado y se habían ido solos o si alguien los había descubierto y llamarón a la policía. Es posible que los hayan llevado al hospital.

Aunque el hombre le había prometido que no estaría involucrada Gu Ning todavía quería mantenerse alejada de lo que había sucedido esta noche. Aparcó el coche y corrió a su casa.

Lejos del edificio en el que vivían Gu Ning vio a Gu Man parada en la entrada de un callejón, de repente Gu Ning sintió ganas de llorar, se adelantó y llamó a Gu Man con amor: -”Mamá”.

Gu Man trato tan bien a Gu Ning, lo que conmovió a Gu Ning y la hizo sentir culpable al mismo tiempo, no debería haber dejado que Gu Man se preocupará.

Al ver que Gu Ning estaba bien, Gu Man finalmente se sintió aliviada. -”Ningning, ¿estás bien?”.

-”Estoy bien mamá, ¡volvamos a casa!” respondió Gu NIng y sostuvo el brazo de Gu Man inclinándose cerca de su madre como si fuera una niña pequeña.

Gu Man tenía una cara feliz, madre e hija se fueron juntas a casa. Sus sombras se hicieron cada vez más largas bajo una farola.

En un lujoso dormitorio, el hombre estaba semidesnudo, acostado en la cama.

Tenía muchas heridas alrededor del cuerpo, la mayoría eran heridas de balas que ya se habían convertido en horribles cicatrices. Algunos de ellos eran extremadamente feos.

Mientras tanto, había dos agujeros con sangre en su hombro izquierdo y cintura, eran heridas nuevas.

Un médico de la familia le estaba aplicando medicamentos y luego le curó las heridas.

El hombre era exactamente el que había hecho el trato con Gu Ning y dejó que ella lo llevará de regreso.

Después de un tiempo, el médico de familia se fue y un hombre con un traje informal gris de Armani entró.

Tenía alrededor de 25 años de piel blanca y lisa, sus ojos eran profundamente oscuros y encantadores, cejas pobladas, nariz griega y labios perfectos. Todo de él mostraba la elegancia y la nobleza del hombre.

-”He manejado las cámaras de vigilancia y no queda nada”, dijo el hombre con orgullo y casi mostrando su habilidad.

-”Excelente” una simple respuesta.

El hombre preguntó con curiosidad: -”Shaoting, ¿cómo lograstes regresar y por qué necesitas destruir las cintas de esas cámaras de vigilancia en el camino a casa?”.

-”Alguien me envió a casa, pero robamos un coche y no debe dejarse ninguna prueba”. Por lo tanto, hay que destruir las cintas de las cámaras de seguridad.

Leng Shaoting dijo con calma pero el hombre se sorprendió.




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