Renacimiento de la mujer de negocios del campus Parte 2

Capítulo 243: Salvar a An Qian de nuevo

Al escuchar eso, el rostro de An Qian se puso pálido y ella tembló de miedo. -”¡Chen Mengqi, eso es ilegal!”.

-”¿Y qué? ¿Tienes alguna prueba que demuestre que lo hicimos?” Chen Mengqi preguntó sarcásticamente y ella no parecía tener miedo en lo absoluto.

-”Ustedes…”

-”An Qian, no me culpes de esto y si quieres culpar a alguien, culpa a Le Zhengyu. Aunque siempre me disgustaste, nunca pensé en lastimarte y si Le Zhengyu no hubiera…” Pensando en lo que había pasado ese día, el rostro de Chen Mengqi estaba distorsionado por la ira y en primer lugar, había planeado a espaldas de Le Zhengyu pero no podía aceptar el resultado.

An Qian también estaba enfadada. -”¡Chen Mengqi, sabes que te lo mereces!”.

Aunque An Qian y Le Zhengyu aún no eran pareja, eran tan cercanos como una familia y si alguien lastimara a Le Zhengyu, ella también se sentiría enfadada.

Si no hubiera sido por Gu Ning, Chen Mengqi habría atrapado a Le Zhengyu. Chen Mengqi acababa de sufrir por lo que había hecho.

Con un sonido fuerte, Chen Mengqi abofeteó la cara de An Qian. -”¡Eres tú! ¡Todo es por tí! ¡Si no fuera por ti, Le Zhengyu habría estado dispuesto a aceptarme!”.

Chen Mengqi casi se vuelve loca por el hecho de que Le Zhengyu amaba a An Qian y la ignoraba.

En realidad, si no hubiera sido por An Qian, Le Zhengyu no habría regresado a la ciudad F y Chen Mengqi no habría tenido la oportunidad de conocerlo.

Chen Mengqi sacó una cámara apuntándole a An Qian. -”Voy a enviarle el video de si siendo violada por ellos y tengo curiosidad por saber si te seguirá amando después de eso”.

Chen Mengqi se volvió loca.

-”Chen Mengqi no puedes hacer eso. ¡No puedes!” An Qian gritó de ira y desesperación.

-”¿No puedo? Bueno, no depende de ti en este momento”. Chen Mengqi sonrió con desprecio. -”Pueden empezar ahora”.

Luego, los cuatro hombres caminaron hacia An Qian.

-”No-no…” An Qian estaba extremadamente aterrorizada y luchó por ponerse de pie, pero se cayó a mitad de camino.

La habían drogado, por lo que ahora no tenía fuerzas e incluso si no hubiera sido drogada, no podía luchar contra cuatro hombres corpulentos.

Un hombre se abalanzó sobre An Qian, la tiró al suelo y estaba a punto de besarla.

Justo en ese momento, un disparo sonó de repente y todos estaban asustados y la cámara en la mano de Chen Mengqi cayó al suelo. Esos hombres estaban listos para violar a An Qian se pusieron de pie por instinto.

-”¿Qué cojones? ¿Alguien nos descubrió?”, preguntó un hombre aterrorizado.

Eran solo matones y tenían miedo de ser atrapados. Pensaron que tenía que ser la policía quien tenía el arma.

-”¡Vamos a escondernos primero!” Chen Mengqi estaba decepcionada, pero tampoco quería que la atraparan y si la atrapaban, no tendría ninguna posibilidad de vengarse de An Qian.

Había más de una puerta en ese almacén y así que inmediatamente corrieron hacia la puerta trasera. El almacén era muy grande y les tomó tiempo esconderse. Durante ese tiempo, Gu Ning entró y los atrapó antes de que pudieran escapar.

Cuando Gu Ning llegó fuera del almacén, usó sus ojos de jade y notó que An Qian ya estaba en peligro. Así que salió y disparó el arma para detenerlos antes de entrar.

Una vez que Gu Ning entró corriendo al almacén, Chen Mengqi y los otros hombres que estaban a punto de abrir la puerta trasera, inconscientemente miraron atrás y se sorprendieron al ver a Gu Ning en lugar de policías.

Gu Ning no perdió el tiempo y corrió hacia ellos golpeándolos en segundos.

Gu Ning estaba furiosa, por lo que los golpeó fuertemente y sin simpatía. Las piernas del primer hombre estaban rotas; los brazos del segundo hombre estaban dislocados; la costilla del tercer hombre se rompió por la mitad y la cabeza del último hombre gravemente herida y se desmayó de inmediato. Sin embargo, todos ellos todavía estaban vivos y Gu Ning no se causaría problemas.

En cuanto a Chen Mengqi, Gu Ning la golpeó continuamente antes de que ella agarrara su cuello con fuerza y el rostro de Chen Mengqi se puso pálido e inmediatamente se quedó sin respiración y sintió que se estaba muriendo.

Gu Ning no tenía intención de matarla, pero decidió asustarla hasta la muerte.

An Qian por otro lado, no sabía lo que pensaba Gu Ning y preocupada que su amiga estuviera en problemas si Chen Mengqi moría, por lo que interrumpió a Gu Ning: -”Ningning, déjala ir y si ella está muerta, terminarás en la cárcel”.

-”No te preocupes y sé lo que estoy haciendo”, respondió Gu Ning.

An Qian le creyó y se sintió aliviada.

Gu Ning luego arrojó a Chen Mengqi al suelo con fuerza y Chen Mengqi estaba en agonía, pero no podía pronunciar una palabra.

Gu Ning la miró y dijo con frialdad: -”Chen Mengqi, pagarás por lo que has hecho”.

Después de eso, Gu Ning la ignoró y se dio la vuelta, caminando hacia su amiga: -”An Qian, ¿estás bien?”.




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