Conocía bastante bien la habilidad de Gu Ning e incluso si Gu Ning no pudo curar la enfermedad de su padre, tampoco dudaría de su habilidad.
-”Chica Gu, lo siento. Esta es mi hija y nunca te ha conocido antes”, dijo Bai Linwei a Gu Ning.
-”Está bien” A Gu Ning no le importaba y ella entendió que tenía que estar preparada para ser desafiada debido a su corta edad. Si ella no hubiera curado al maestro Yan, tampoco le creerían.
-”No creo que me equivoque”, replicó Bai Xueyan en voz baja y tenía miedo de su padre. Sin embargo, no importa cuán baja fuera su voz, los demás aún la escuchaban.
-”¡Vuelve a tu habitación!” Bai Linwei estaba enfadado por su mala educación.
-”¡Bueno, esperemos y veamos!” Dijo Bai Xueyan antes de mirar a Gu Ning y darse la vuelta, subiendo las escaleras.
Luego, Bai Linwei y su esposa los guiaron a la habitación del maestro Bai.
La habitación del maestro Bai estaba en la primera habitación y constaba de dos habitaciones. Un estudio y un dormitorio, se integraron en uno y una vez que entraron, vieron el estudio que tenía 15 metros cuadrados y la pared junto a la puerta estaba formada por estantes en los que se colocaron diversas antigüedades y esmeraldas. En el lado izquierdo, había estanterías y una mesa. En el sofá estaba alineado con ellos y había una mesa de café frente al sofá. Entre el dormitorio y el estudio había una pantalla delicadamente hecha en un estilo tradicional.
El maestro Bai estaba tumbado en la cama del dormitorio y debido a la llegada de Gu Ning, Bai Linwei le dijo que se quedara en la cama y las piernas del maestro Bai no estaban en buenas condiciones, pero su mente estaba muy clara y al ver a Gu Ning, obviamente estaba encantado. -”¡Hola, Chica Gu!”.
Estaba feliz y no solo porque Gu Ning podía curar su enfermedad, sino porque realmente apreciaba a Gu Ning y la trataba como a su propia nieta. Tal vez fue porque el maestro Bai no veía a Gu Ning con frecuencia, por lo que estaba más contento de ver a Gu Ning que a sus propios nietos.
-”Abuelo Bai, ¿cómo estás hoy?” Gu Ning se acercó a la cama. -”¡Por favor, déjame ayudarte con tus piernas!”.
-”¡Por supuesto!” Dijo el maestro Bai, Bai Linwei inmediatamente quitó la colcha y las piernas del maestro Bai estaban al aire.
Gu Ning extendió las manos y masajeó primero la pierna derecha del maestro Bai y excepto por el maestro Yan, todos los demás estaban ansiosos y emocionados.
Gu Ning solo puso gradualmente su poder después de haber masajeado durante más de un minuto. La pierna del maestro Bai inmediatamente recuperó su sensibilidad y sus ojos se iluminaron de emoción. -”Siento…”
-”¿Cómo te sientes?” Bai Linwei y su esposa preguntaron nerviosamente.
-”¿No sientes un flujo frío que es bastante cómodo?” Preguntó el maestro Yan, pero parecía orgulloso porque ya lo sabía.
-”¡Exactamente!” El maestro Bai asintió y estaba demasiado emocionado para completar una oración. Durante el siguiente masaje, el maestro Bai se sintió muy relajado y cómodo.
-”¡Jajajajajajaja!🤣🤣🤣🤣 ¡Pronto estarás lleno de energía, como si tuvieras unos 12 años menos!” Dijo el maestro Yan. El maestro Yan tuvo la misma experiencia anoche después del masaje y ahora realmente se sentía como si fuera mucho más joven.
-”¿De verdad?” El maestro Fu se sorprendió.
-”¡Lo sabrás cuando joven Gu te ayude con un masaje!” Dijo el maestro Yan.
El maestro Fu estaba lleno de emoción. ¡Nadie se negaría a sentirse unos 12 años más joven! Las personas mayores a menudo eran vulnerables a las enfermedades y lo cual era bastante molesto.
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La pierna derecha del maestro Bai volvió a la normalidad y salud. Sin demora, Gu Ning masajeó la pierna izquierda del maestro Bai.
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La pierna izquierda del maestro Bai estaba sana nuevamente.
Aunque no le costó mucho poder a Gu Ning, ella consumió algo, por lo que su rostro se puso un poco pálido, pero la gente normal no lo notaría.
-”Maestro Bai, ¿por qué no se levanta y da un paseo?” Gu Ning dijo.
-”¿Qué? ¿Puedo caminar?” Al escuchar eso, todos se sorprendieron.
-”¡Por supuesto!” Gu Ning dijo afirmativamente.
Bai Linwei inmediatamente se adelantó para ayudar a su padre a levantarse de la cama. Todos estaban nerviosos por saber el resultado y cuando las piernas del maestro Bai se colocaron en el suelo, estuvo seguro de que podía volver a caminar.
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-”¡Puedo caminar! ¡Puedo caminar!” El maestro Bai estalló en lágrimas 😭😭😄😄 de emoción.
Aunque la pérdida de la sensibilidad de sus piernas no era una enfermedad grave y podría recuperarse después de un período de tiempo de recibir tratamientos médicos, era una tortura pasar por eso y sin embargo, ahora Gu Ning lo había curado en minutos, lo cual fue bastante emocionante.
-”Señorita Gu, ¡muchas gracias! ¡Ni siquiera sé cómo agradecerte lo suficiente”, dijo la Sra.Bai a Gu Ning, y sus ojos estaban ligeramente húmedos por las lágrimas”.
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Editado: 05.06.2022