Capítulo 454: Antigüedades de la dinastía Qing

ᴇsᴛᴇ ʀᴇsᴛᴀᴜʀᴀɴᴛᴇ sᴏʟᴏ ᴛᴇɴíᴀ ᴜɴ ᴄᴏᴍᴇᴅᴏʀ

Por lo que era difícil fingir que no vieron a Cao Wenxin y a sus amigas, a menos que las dos chicas que caminaran hacia el lado opuesto y sin embargo, un camarero guió a Cao Wenxin y a sus amigas caminando en su dirección. Lo que fue peor, Cao Wenxin se encontró con los ojos de Xu Jinchen al segundo siguiente y sería de mala educación si Xu Jinchen no dijera nada.

-”¡Oh, hola señorita Cao! ¡Qué casualidad! ¿Te gustaría cenar con nosotros?” Xu Jinchen dijo educadamente.

Cao Wenxin miró a Xin Bei y rechazó. -”Gracias Sr.Xu, pero ya reservamos una mesa”.

Ella ignoró directamente a Xin Bei y después de eso, Cao Wenxin siguió al camarero, caminando hacia una mesa que estaba frente a la de Xu Jinchen.

Cuando Ai Xinyu vio a Xin Bei se sorprendió bastante. -”¡Wenxin, qué pequeño es este mundo! ¿Conoces al amigo del hombre terrible?” Ai Xinyu le dijo a Cao Wenxin.

Aunque Ai Xinyu mantuvo la voz baja, Xin Bei y Xu Jinchen todavía la escucharon. Xin Bei se enfadó de inmediato, pero Xu Jinchen se rió en voz baja.

Cao Wenxin se sintió un poco avergonzada y explicó. -”En verdad, fue solo un malentendido y no es un hombre terrible. La mujer era su novia y lo dejó porque antes no tenía nada. Y ahora tiene éxito, la mujer volvió a él y todos son buenos amigos de mi cuñado, ¡y cenamos juntos anoche!” No le gustaba Xin Bei, pero no dañaría su reputación.

-”¿Qué?” Ai Xinyu se sorprendió. -”¿Se llevaron bien anoche?”.

-”Bueno, discutimos bastante”, dijo Cao Wenxin.

-”Wenxin, te dije que a veces eres demasiado impulsiva y ahora lastimaste a un hombre inocente”, dijo Ai Xinyu.

-”¡No fue mi culpa! Tú también fuiste testigo de lo que pasó ayer y fue muy fácil que otros lo malinterpretaran”. Aunque Cao Wenxin admitió que se había equivocado con Xin Bei, no pensó que todo fuera culpa suya.

Xu Jinchen y Xin Bei terminaron su comida antes.

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Xu Jinchen se despidió amablemente de Cao Wenxin y su actitud educada dejó una gran impresión en las dos chicas.

-”Creo que este hombre es guapo y educado. Si es soltero, ¿por qué no tratas de conocerlo mejor?”, Ai Xinyu le dijo a Cao Wenxin.

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Xu Jinchen era de hecho un hombre sobresaliente sin importar desde qué perspectiva, pero todavía no tenía sentimientos hacia él y por lo tanto, decidió ser paciente.

Cuando Cao Wenxin y sus amigas terminaron de comer y fueron a pagar la cuenta, el camarero les dijo que Xu Jinchen ya había pagado por ellas y estaban sorprendidas.

-”¡Wow! ¡No solo es guapo y educado, sino que también es muy generoso!” Ai Xinyu felicitó.

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Gu Ning y Leng Shaoting fueron a dar un paseo por el área alrededor del siheyuan después de la comida y pronto llegaron al Parque Beihai.

-”¿Quieres coger un bote en el río?” Leng Shaoting preguntó.

-¡Por supuesto!” Gu Ning dijo emocionada.

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Alquilaron un bote pequeño y además de Gu Ning y Leng Shaoting, sólo había un barquero en el bote y apreciaron la vista a lo largo del río, mientras el bote avanzaba lentamente.

Gu Ning se sentó al lado del borde del bote y entonces, cuando notó que un pez dorado apareció cerca del bote y parecía que se estaba muriendo, lo sostuvo en su mano y le puso algo de poder. Al poco tiempo, el pez dorado estaba vivo de nuevo.

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Leng Shaoting se sorprendió, pero no dijo nada.

Gu Ning bromeó: -”Es un pez dorado y no podemos comerlo o de lo contrario, lo llevaría a casa y lo cocinamos”:

Leng Shaoting sonrió y frotó suavemente la cabeza de su bebé. -”Si quieres comer pescado, podemos comprar un pescado más tarde”.

Gu Ning parpadeó. -”¿No eres alérgico a los mariscos? El pescado también es marisco”.

-”No soy alérgico al pescado”, dijo Leng Shaoting.

-”¡Vale! Podemos comer pescado esta tarde”, dijo Gu Ning con una sonrisa.

La comida favorita de Gu Ning era el marisco. Desafortunadamente, Leng Shaoting era alérgico a los mariscos, por lo que nunca mencionó comer mariscos cuando estaba con Leng Shaoting.

D͟e͟s͟p͟u͟é͟s͟ ͟d͟e͟ ͟q͟u͟e͟ ͟G͟u͟ ͟N͟i͟n͟g͟ ͟v͟o͟l͟v͟i͟ó͟ ͟a͟ ͟p͟o͟n͟e͟r͟ ͟e͟l͟ ͟p͟e͟z͟ ͟d͟o͟r͟a͟d͟o͟ ͟e͟n͟ ͟e͟l͟ ͟a͟g͟u͟a͟

El pez dorado no se alejó nadando, sino que saltó justo en frente de Gu Ning, como si estuviera actuando para ella y además, Gu Ning tenía la fuerte sensación de que el pez dorado la miraba con gratitud, lo que sorprendió a Gu Ning, pero no dijo nada. Leng Shaoting también tuvo la misma sensación extraña y estaba tan sorprendido como Gu Ning pero tampoco dijo nada.

De repente se le ocurrió una idea a Gu Ning, e inmediatamente usó sus ojos de jade para ver qué había en el agua.