Capítulo 500: La premonición aparece de nuevo

Como Gu Ning lo dijo, todos le creyeron. Aunque algunos de los acababan de conocer a Gu Ning todavía tenían dudas y estaban dispuestos a seguir su ejemplo.

El pequeño autobús que tomaron los soldados iba al frente, seguido por el autobús grande conducido por Gu Ning y el autobús que tomó el equipo de grabación estaba al final de la fila.

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Una imagen apareció de repente frente a los ojos de Gu Ning. Vio un gran camión salir corriendo de un paso elevado y chocar contra el autobús pequeño donde estaban sentados los soldados.

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Gu Ning se dio cuenta de que pronto ocurriría un accidente, así que pisó los frenos y detuvo el gran autobús al borde de la carretera. Todos se sorprendieron, pero antes de que pudiera preguntar más, Gu NIng sacó su teléfono y llamó a Mo Chenyi.

Al ver que el autobús grande se detuvo, el autobús de la tripulación también se detuvo detrás de él.

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Mo Chenyi respondió a la llamada de Gu Ning de inmediato, Gu Ning ordenó por teléfono con seriedad: -”¡Detén el autobús junto a la carretera a la derecha ahora!”.

Sin pensarlo ni preguntar más, Mo Chenyi le dijo al conductor. -”¡Detenga el autobús!”.

Justo cuando el pequeño autobús se detuvo a 10 metros del paso elevado frente a ellos, un camión grande salió corriendo y todos los soldados en el pequeño autobús vieron la escena en estado de shock. Con un fuerte sonido, el camión cayó del pasó elevado y aunque el paso elevado no estaba muy por encima del suelo, el camión resultó gravemente dañado y toda la madera con la que estaba cargado rodó. Afortunadamente, no había muchos coches en la carretera, por lo que no atraparon a otros coches.

El autobús grande estaba a poca distancia de donde cayó el camión grande, pero todos escucharon el fuerte estruendo. Todos en el autobús grande pusieron los ojos en blanco, excepto Gu Ning.

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Porque tenían un sentido natural del deber de rescatar a las personas heridas, Gu Ning por supuesto, tampoco vería a personas inocentes morir frente a sus ojos.

-”Quédense en el autobús y no salgan”, dijo Gu Ning a los demás en el autobús grande antes de que ella saliera.

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Gu Ning ya se había ido, aunque Chu Peihan y los demás estaban ansiosos por ayudar a Gu Ning, aún se quedaron en sus asientos porque Gu Ning se lo ordenó.

Había dos personas en el camión grande cubiertas de sangre que estaban inconscientes. Por suerte, el paso elevado no era muy alto por lo que seguían con vida aunque gravemente heridos.

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En el momento en que Mo Chenyi y sus compañeros de equipo ayudaron a las dos personas a salir, Gu Ning sacó dos cristales de poder y los obligó a tragarlos. Mo Chenyi y los otros soldados tenían un gran respeto y confianza hacia Gu Ning, por lo que ninguno de ellos la detuvo y después de tomar los cristales de poder sus heridas se curaron gradualmente, pero aún necesitaban dos semanas más para recuperarse porque habían resultado gravemente heridos y Gu Ning tampoco los curaría directamente frente a los ojos de tanta gente porque sería difícil para ella explicarlo.

Una vez que el gran camión se cayó del paso elevado, la carretera quedó bloqueada.

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Pero el gran camión se interpuso en el camino y no pudieron moverlo, por lo que llamaron a la ambulancia y a los bomberos.

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Mo Chenyi recordó de repente que Gu Ning lo había llamado justo antes de que ocurriera el accidente automovilístico y luego se giró para mirar a Gu Ning en busca de la respuesta.

Gu Ning entendió que tenía que darle una explicación razonable o no creerían que era solo una coincidencia, así que le dijo a Mo Chenyi: -”Tuve una premonición y pensé que algo malo pasaría. Yo también he tenido esa extraña sensación antes, así que te llamé para que detuvieras el autobús de inmediato”.

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Mo Chenyi le creyó porque era la única razón que podía explicar todo lo que acababa de pasar.

-”¡Muchas gracias, señorita Gu!” Mo Chenyi le dijo a Gu Ning con sinceridad. Si no hubiera sido por Gu Ning, todos habrían quedado atrapados en el accidente automovilístico y el resto de los soldados también agradecieron a Gu Ning con sinceridad. -”¡Señorita Gu, muchas gracias!”.