Capítulo 508: Una mujer inocente

-”¡Te veré en la Oficina de Asuntos Civiles mañana!” Yang Dazhi resopló y dejó de maldecir.

La puerta estaba entreabierta, así que Gu Ning la abrió directamente.

-”¿Quién eres?” Yang Dazhi gritó de ira.

Al ver a Gu Ning entrar, Gu Man dijo inmediatamente: -”Es mi hija.

Cuando Wang Sufen vio a Gu Ning, se sintió muy avergonzada e hizo todo lo posible por calmarse, secándose las lágrimas.

Yang Dazhi miró rápidamente a Gu Ning y luego se giró hacia Wang Sufen. -”¡Fuera de mi casa ahora mismo! ¡No olvides reunirte conmigo en la Oficina de Asuntos Civiles mañana!”.

-”¡Yang Dazhi, te arrepentirás algún día!” Gu Man miró a Yang Dazhi y luego tiró de Wang Sufen y una maleta, caminando hacia la puerta.

Gu Ning ayudó a su madre a sacar la maleta y se fue con ellas.

Los vecinos cercanos no mostraron ningún despreció hacia Wang Sufen. Todos tenían simpatía por ella, porque habían sido vecinos durante unos 12 años y sabían que tipo de persona era Wang Sufen. Sin embargo, Yang Dazhi no era un hombre confiable. No tenía la capacidad de ganar dinero e incluso engañó a su esposa. Sus vecinos habían visto más de una vez que Yang Dazhi estaba cerca de otra mujer y parecían una pareja. Por lo tanto, todos los vecinos apoyaron a Wang Sufen y creyeron que Yang Dazhi fue quien engañó a su esposa.

Una vez que estuvieron en el coche, Gu Man dijo. -”Ningning, volvamos a casa ahora. Sufen se puede quedar con nosotras”.

-”No hay problema” Gu Ning entendió que Wang Sufen era una buena amiga de su madre. Cuando Gu Man se cayó en la fábrica en ese entonces, fue Wang Sufen quien la ayudó, por lo que Gu Ning siempre recordó la amabilidad de Wang Sufen.

-”No te molestes. Puedo quedarme en un hotel durante este tiempo. Después de terminar el proceso de divorcio, encontraré un nuevo apartamento”, dijo Wang Sufen porque no quería causar problemas a Gu Man.

-”¿Por qué necesitas quedarte en un hotel? Es una pérdida de dinero. Ningning y yo vivimos solas, así que puedes quedarte con nosotras”, dijo Gu Man.

-”¡Sí, por favor, quédate con nosotras!”, Gu Ning repitió.

Wang Sufen pensó por un momento y luego aceptó. Gu Man tenía razón. Costaba mucho quedarse en un hotel y no tenía mucho dinero con ella en ese momento. Además, ella también tenía una hija y en ese caso, Wang Sufen se comprometió. -”¡Bueno, muchas gracias!”.

-”De nada. Hmm… ¿Puedo preguntar qué pasó?” Gu Ning preguntó.

Aunque se trataba de un asunto personal de Wang Sufen y no era apropiado que Gu Ning interfiriera, Gu Man ya estaba involucrada, por lo que no podía hacerse a un lado. Si Gu Man quería ayudar a Wang Sufen, Gu Ning también la apoyaría.

Como Gu Man necesitaba a Gu NIng para ayudar a Wang Sufen en los días siguientes, le contó todo a Gu Ning.

Yang Dazhi y Wang Sufen no se querían mucho, pero al principio no tenían intención de divorciarse. Sin embargo, cuando Yang Dazhi escuchó la noticia de que la calle iba a ser demolida y que podría obtener más de 1 millón de yuanes como compensación, de repente tuvo la idea de divorciarse de Wang Sufen y usar el dinero para vivir una vida decadente.

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Con quien había estado cansado durante 12 años necesitaba una buena excusa.

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Usó el teléfono de un amigo para enviar muchos mensajes cariñosos a Wang Sufen y luego culpó a Wang Sufen por su ‘infidelidad’.

 Aunque Wang Sufen era solo una mujer común, apreciaba su dignidad y cómo su esposo ya la había engañado muchas veces, e incluso trató de arruinar su reputación con el fin de divorciarse de ella, pensó que no había necesidad de salvar su matrimonio. Por lo tanto, ella estuvo de acuerdo.

Yang Dazhi estaba decidido a encontrar una nueva esposa y tener un hijo, por lo que también abandonó a su hija. La hija de Wang Sufen ahora vivía en la escuela.

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Gu Ning se enfadó porque odiaba a los hombres que abandonan a su esposa e hijos solo por dinero. Era bueno que Wang Sufen se divorciara de él.

Wang Sufen ya sabía que Gu Man era rica ahora, pero todavía estaba muy sorprendida cuando entraron al hermoso apartamento de Gu Man.

Gu Ning sirvió un vaso de agua para Wang Sufen y en secreto le puso un cristal de poder. Gu Ning notó que Wang Sufen estaba enfadada y no había dormido mucho, por lo que su cuerpo ahora estaba en malas canciones. Después de beber el agua que contenía el cristal de poder, Wang Sufen se sintió mucho mejor. Desafortunadamente, el cristal de poder no pudo curar su mal humor.

✴Gᑌ ᗰᗩᑎ ᕼᗩᗷᒪó ᑕOᑎ ᗯᗩᑎG ᔕᑌᖴEᑎ Eᑎ Eᒪ ᔕᗩᒪóᑎ✴

Mientras Gu Ning fue a arreglar la habitación de invitados. Ningún invitado se había quedado en su apartamento antes, por lo que la cama en la habitación de invitados todavía estaba desordenada.

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Gu Man le dijo a Wang Sufen que primero descansará bien, que ahora era lo más importante para ella. Después de todo, no estaba sola y tenía una hija que mantener en el futuro. Wang Sufen era una mujer fuerte y aunque estuviera desconsolada, no se dio por vencida, pero estaba pensando en una manera de dejar que su hija viviera una buena vida.