Capítulo 736: Gana una ronda

He Siyin estaba enfadada y decidió darle una lección a esta joven.

-”Dado que la señorita Gu es tan generosa, ¿por qué no establecemos la apuesta en 100 millones de yuanes por ronda?” He Siyin dijo con desprecio.

Ella creía que 100 millones de yuanes tenían que ser demasiado para Gu Ning y que Gu Ning podría retirarse. No mucha gente se atrevía a apostar tan alto, porque era realmente arriesgado.

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Gu Ning, en cambio, arqueó una ceja.

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La reacción de Gu Ning fue una señal de miedo, pero ella no sabía que Gu Ning realmente pensó que no era mucho. Había fijado la apuesta en 100 millones de yuanes mientras jugaba con Qi Tianlin antes, por lo que no pensó que fuera un gran problema. Además, Gu Ning estaba muy segura de que podía ganar.

-”¿Qué señorita Gu, cree que es demasiado? Si es así, podemos…” He Siyin fingió ser considera. Sin embargo, antes de que pudiera terminar su oración. Gu Ning la interrumpió. -”Por supuesto que no, solo pensé que la señorita He establecería un número mucho más alto, porque el Sr.Qi y yo normalmente apostamos en 100 millones de yuanes por diversión”.

Gu Ning dijo eso para avergonzar a He Siyin.

He Siyin se sintió incómoda y se enfadó. Para su sorpresa, 100 millones de yuanes no eran mucho a los ojos de Gu NIng. Además, Gu Ning también dijo que Qi Tianlin y ella harían una apuesta de 100 millones de yuanes sólo por diversión.

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Qi Tianlin se mordió los labios porque no era un comportamiento normal. Sin embargo, sabía que Gu Ning era muy rica y confiada en ganar, por lo que por supuesto, no expondría la verdad. De hecho, se sintió bastante bien porque Gu Ning los bajó un poco.

¡El resultado del juego de hoy se refiere a sus acciones del negocio y la ganancia anual fue de cientos de millones de yuanes!

-”Bueno, no importa. Establezcamos la apuesta en 100 millones de yuanes”, dijo Gu Ning, como si le estuviera haciendo un favor a He Siyin. He Siyin se sintió completamente avergonzada, pero no sabía qué decir.

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Se puso un poco nerviosa al ver a Gu NIng tan confiada. Era una jugadora experimentada y sintió que esta joven sentada frente a ella en la mesa no era simple.

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Era la hija del magnate del juego y era famosa por sus destacadas habilidades en el juego. No era probable que fuera derrotada por una joven que carecía de experiencia.

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Zuo Jiangkui solo entrecerró los ojos y evaluó a Gu Ning de vez en cuando. Aunque esta joven sonaba arrogante, no podía ser una chica simple ya que jugó este juego en nombre de Qi Tianlin.

Aunque la apuesta fue solo de 100 millones de yuanes por ronda, la ganancia anual era mucho mayor que eso.

Los negocios ilegales ganaban mucho más dinero que los legales y no era difícil ganar cientos de millones de yuanes al año.

-”Hay muchas formas de jugar a los dados. ¿De qué tipo quiere jugar, señorita Gu?” Preguntó He Siyin.

-”¿Por qué no adivinamos el número de dados de cada uno? Quién adivine correctamente, gana el juego”, dijo Gu Ning.

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He Siyin sonrió con confianza, porque era muy buena en eso.

-”Claro, podemos jugar tres rondas en total”, dijo He Siyin.

Normalmente, el juego constaba de tres rondas.

-”No hay problema” A Gu Ning no le importó. Ella iba a ganar después de todo.

Gu Ning no pensó que ella perdería. A pesar de que He Siyin era la hija del magnate del juego, en el mejor de los casos podría tener un empate.

-”¡Empecemos ahora!” Dijo He Siyin. -”Después de usted”.

-”Gracias” Gu Ning no dudó y sacudió la taza de dados de inmediato.

Los dados chocaron entre sí en la copa y emitieron sonidos claros.

He Siyin se centró en escuchar cada sonido, mientras que Zuo Jiangkui observaba a Gu Ning.

Sacudió el cubilete durante un rato antes de golpearlo también contra la mesa.

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Gu Ning colocó la copa sobre la mesa con gran fuerza y dijo: -”¿Qué número son?”.

-”Cinco, cinco, tres”, dijo He Siyin con confianza.

Ella tenía razón, Gu Ning no se sorprendió y admitió que He Siyin era realmente buena como hija del magnate de las apuestas.

He Siyin ganó la primera ronda.

Aunque He Siyin ganó, no estaba satisfecha porque aún era demasiado pronto para ver el resultado final.

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Fue el turno de He Siyin y sacudió el cubilete durante un rato antes de colocarlo también sobre la mesa.